Cada 24 de octubre se celebra el día mundial contra la Polio en conmemoración al nacimiento de Jonas Salk, a quien debemos la primera vacuna contra esta enfermedad.
La polio o poliomielitis es una enfermedad infecciosa producida por un virus que ataca la médula espinal y provoca atrofia muscular y parálisis. La historia que contamos a continuación es la historia de un vecino de Conil: Pedro (nombre ficticio) que lleva luchando contra esta enfermedad durante más de 60 años.
Pedro vive postrado en una silla de ruedas desde los tres años. No tiene recuerdos muy claros de cómo se contagió. Siempre ha vivido aquí, en El Colorado, jamás antes había viajado a ningún lugar exótico. El virus se transmite de persona a persona principalmente por vía fecal-oral o, con menos frecuencia, a través de un vehículo común como el agua o los alimentos contaminados. Sin embargo él no recuerda haber tenido contacto con agua o alimentos contaminados, en aquel tiempo las medidas higiénicas eran las básicas: lavarse las manos y las frutas y hortalizas a la hora de comer.
La poliomielitis afecta con más probabilidad a niños menores de 5 años y generalmente en lugares de climas templados, con veranos cálidos e inviernos un poco fríos. Pedro tenía sólo 3 años, era una madrugada de octubre del año 1952 cuando aparecieron los primeras señales.
Los síntomas iniciales de esta enfermedad son fiebre, cansancio, dolor de cabeza, vómitos y dolores en cuello y extremidades. Efectivamente, Pedro manifestó fiebres altas, por encima de 40 grados y un fuerte dolor de cabeza. En un primer momento recibió un tratamiento a base de inyecciones, seguramente para bajar la fiebre tan alta.
Al cabo de unos meses el médico diagnosticó la enfermedad y la familia recibió la trágica noticia: su hijo no volvería a andar jamás. Cuando el virus entra dentro del sistema central nervioso infecta y destruye las neuronas motoras, ocasionando debilidad muscular y parálisis aguda flácida. Pedro quedaría inválido el resto de su vida. Ese fue el momento más duro de sobrellevar.
La polio no tenía cura en la década de los 50 y sigue sin tenerla a día de hoy, aunque es prevenible. Sin embargo la situación en España en ese momento era complicada y Pedro sólo recibiría tratamiento a base de medicamentos, no existía la fisioterapia y los médicos no sabían darle movimiento a las piernas para que no perdiera la fuerza de los músculos. La vacunación masiva y gratis no llegaría a España hasta 1964, una década después de que Jonas Salk inventara la vacuna en EEUU.
A pesar de todo, su calidad de vida no se resintió del todo. Aunque nunca usó muletas, de crio iba arrastrándose a todos lados para poder desplazarse de un sitio a otro y poder jugar con el resto de niños de su edad. En el barrio donde vivía recibió mucho cariño y ayuda de los vecinos ya que siempre se ayudaba a los enfermos cuando lo necesitaban.
Con el paso del tiempo, los avances médicos, la fisioterapia y la llegada de la primera silla de ruedas, Pedro fue ganando movilidad y calidad de vida. Realmente ese octubre de 1952 tuvo mala suerte ya que la parálisis se produce sólo en el 0,1% del total de infecciones, pero también es cierto que entre un 5% y un 10% de los casos fallecen al paralizarse los músculos respiratorios.
Según datos de la OMS los casos de polio se han reducido en más de un 99%, en los últimos 20 años. Los esfuerzos mundiales por erradicar esta enfermedad han evitado más de 16 millones de casos. Sin embargo los esfuerzos deben intensificarse a nivel global en los próximos años para lograr la erradicación total y por ello es importante la sensibilización social a través de la celebración de este día.
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Alumnos del IES La Atalaya colaboran con el periódico Viva Conil divulgando temas importantes en su realidad cotidiana.