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Córdoba

Piden 33 años de prisión para siete acusados de estafar a unas 15 personas en préstamos

Supuestamente abusaban de la "precaria situación económica" de los afectados, que no recibían el dinero del préstamo, ni vehículo alguno

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La Fiscalía Provincial de Córdoba solicita penas por un total de 33 años de prisión para siete acusados de estafar a unas 15 personas en la gestión de préstamos, que supuestamente utilizaban para la financiación de la compraventa "ficticia" de coches, entre los años 2006 y 2007, sin poder determinar la cuantía "fraudulentamente obtenida".

   Según recoge la calificación del Ministerio Público, a la que ha tenido acceso Europa Press, el principal procesado, que se enfrenta a seis años de cárcel y una multa de 4.320 euros, "con ánimo de enriquecerse ilícitamente a costa del patrimonio ajeno", concibió "un ardid", consistente en "gestionar préstamos en favor de particulares, que tenían por objeto la financiación de compraventas ficticias de vehículos, utilizando para ello la cobertura de distintas casas de coches y en connivencia con sus administradores".

   Así, dicho acusado, J.L.R.R., junto con el también procesado J.C.M., se encargaban de buscar a los clientes, a los que, "abusando de su precaria situación económica, engañaban haciéndoles creer que le iban a gestionar un pequeño préstamo al consumo", como apunta el fiscal, quien señala que de este modo "conseguían que éstos firmaran la documentación necesaria con la que solicitaban varios préstamos en diferentes financieras".

   En ocasiones, "teniendo en su poder por otras vías la documentación de particulares, les tramitaban directamente los préstamos sin su conocimiento, ni su consentimiento", tal y como recoge el escrito.

   En concreto, los préstamos tenían por objeto la financiación de vehículos adquiridos por los particulares, según "se hacía constar en la documentación que entregaban en las financieras". Sin embargo, dichos vehículos "o bien no existían, o bien pertenecían a terceros de buena fe, que nada sabían de las ventas ficticias de sus coches". Además, "obviamente, ninguno de los clientes recibía ni el dinero del préstamo, ni vehículo alguno".

   Al respecto, J.L.R.R. actuaba junto con dos administradores de coches, también acusados, que supuestamente utilizaban la cobertura de sus negocios, mientras que otro de los procesados realizó al menos tres operaciones "ilícitas".

   Asimismo, a petición del principal encartado, un sexto acusado supuestamente confeccionaba nóminas falsas, teniendo en cuenta que "muchos de los clientes se encontraban en paro", y en las que a veces figuraba como empleadora la compañera sentimental del principal acusado y "de la que no consta que tuviera conocimiento de los hechos".
FIRMAS "POR MEDIO DE ENGAÑO"

   De este modo, reunida la documentación "necesaria" y "conseguida, en la mayoría de las ocasiones la firma de los clientes, "por medio de engaño", la presentaban generalmente a través de mensajería, en diferentes financieras. Una vez aprobado y autorizado el préstamo por la financiera, "lo ingresaba en la cuenta corriente de las casas de vehículos que figuraban como vendedoras y tramitadoras del préstamo, de modo que el dinero ya estaba en poder de los encausados".

   Igualmente, algunos de los préstamos se solicitaban "a favor de personas que conocían exactamente el modo ilícito de proceder", de manera que el séptimo acusado supuestamente firmó la documentación oportuna solicitando la financiación de varios vehículos, "cuya compra simuló", percibiendo de J.L.R.R. una comisión del total de la cantidad prestada.

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