La asociación vecinal La Axerquía de Córdoba ha criticado este martes el "desmadre" que han vuelto a provocar este año las "cruces discotequeras" que, según ha afirmado dicho colectivo, se montan en el casco histórico con el único objetivo de promover "el consumo de alcohol", en pos de "la ganancia y el lucro".
Desde La Axerquía se ha señalado que esta forma de "celebración en nuestras calles nada tiene que ver con las que se celebraban en otros tiempos" con las Cruces de Mayo "y que algunos barrios conservan, como el Parque Cruz Conde o San José Obrero. Allí, la organización vecinal colabora, trabaja y hace posible que la expresión de la fiesta se convierta en convivencia y encuentro vecinal".
Sin embargo, "en el centro histórico la cruz apenas se ve, ya no es que una cruz tenga una barra, ahora es que a una barra de grandes dimensiones se le añade una cruz" siendo el único objetivo promover "el consumo de alcohol" en pos de "la ganancia y el lucro" y, "para ello, existe un gran despliegue de medios", lo que incluye "volumen altísimo de la música por la noche", hasta el pundo de que las cruces "se convierten en discotecas en plena calle".
El resultado añadido es que "jóvenes por los alrededores hacen botellón, tras la borrachera miccionan en los portales, se dedican a llamar a los porterillos y gritar hasta altas horas de la madrugada" y, según han destacado desde La Axerquía, "las vecinas y vecinos estamos hartos".
Además, "a todo esto se le une una nueva moda por nuestro barrio: las despedidas de soltero", que se convierten en "bandas uniformadas con licencia para desmadrarse" y, para estos grupos, "las cruces discotequeras se convierten en un escenario ideal".
Todo esto ha llevado a la asociación vecinal a preguntarse si "¿es éste el turismo que quiere o necesita esta ciudad?", el del "máximo beneficio, sin importar las consecuencias para el vecindario, la convivencia y la imagen de la ciudad", siendo también precisa la pregunta de "¿cómo actúan los garantes públicos para poner remedio a estos males?", preguntándoles también "¿qué modelo de turismo queremos en nuestra ciudad?"
La consecuencia, hasta ahora, es que los vecinos del casco histórico sienten "una gran indignación, rabia, impotencia", pues "nuestros barrios se van despoblando poco a poco" y "las personas mayores, la infancia, las personas con discapacidad, junto con los que tienen menos recursos son las más vulnerables ante esta situación".