La capital cordobesa registra en lo que va de año 2020 un total de siete muertes naturales de personas que vivían solas en sus viviendas, según los datos de las investigaciones y operaciones en las que han participado los facultativos sanitarios, agentes de la Policía Nacional, así como Policía Local y en algunos casos los Bomberos, antes de la actuación judicial.
Según dichos datos, a los que ha tenido acceso Europa Press, el último suceso ocurrió hace dos semanas tras alertar particulares que hacía días que no sabían, ni veían a una persona, de la que no ha trascendido el sexo, ni la edad, y fue hallada muerta en su domicilio.
De este modo, durante el estado de alarma activado por el coronavirus desde mediados de marzo, provocando el confinamiento de los ciudadanos en sus hogares, han fallecido tres personas en sus hogares de la capital.
Al respecto, a finales de marzo los Bomberos de la capital hallaron en sus domicilios sendos cadáveres de una mujer de unos 43 años y un varón de unos 60 años fallecidos hacía días.
En el primer caso, registrado en una vivienda de la calle Virgen del Rayo, los vecinos alertaron de que llevaban varios días sin saber nada de la mujer, motivo por el que se desplazaron a la casa los Bomberos, junto a los agentes de la Policía Nacional y Local y los facultativos de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES), que confirmaron el fallecimiento.
Y en el segundo caso, ocurrido al día siguiente, los Bomberos hallaron el cadáver del hombre, que tenía discapacidad física, después de que los familiares intentaban hablar por teléfono con él desde hacía varios días, activándose de ese modo el correspondiente protocolo con los agentes, sanitarios y personal judicial.
Sin contabilizar el último caso de la semana pasada, son cuatro hombres y dos mujeres y los decesos han ocurrido en domicilios de Ciudad Jardín, Judería, Sector Sur y Huerta de la Reina.
Asimismo, fuentes cercanas a las distintas investigaciones apuntan que "en ninguno de los casos se ha determinado inicialmente que haya habido indicios de criminalidad", a lo que añaden que "eran personas, en su mayoría ancianas, que vivían solas y que los familiares no vivían cerca", de manera que "a los días o semanas han avisado vecinos, familiares o trabajadores sociales".