Aceite virgen extra reconocidas en los concursos internacionales y centrados en la innovación y la creación de cultura olivarera como retos del futuro
La Denominación de Origen Protegida (DOP) de Priego de Córdoba cumple 25 años de excelencia con la totalidad de sus marcas de aceite virgen extra reconocidas en los concursos internacionales y centrados en la innovación y la creación de cultura olivarera como retos del futuro.
La secretaria general de la DOP, Francisca García, ha explicado a Efe que han sido 25 años "creciendo" y apostando por un sector en Priego de Córdoba del que viven "6.000 familias" que trabajan una "extensión de terrenos pequeños" y que se aglutinan en "trece almazaras" para sacar al mercado un total de "20 marcas".
Desde su creación hasta ahora, la denominación cordobesa ha ido profundizando en la "sostenibilidad" y en la "protección" tanto de sus agricultores como de su variedad autóctona haciendo una "apuesta decida por la calidad, la innovación y creando cultura oleícola, que hace falta mucha en este país".
García explica que la denominación inculcó desde un principio un "cambio de mentalidad" en los agricultores en la búsqueda de la "calidad" y por ello fue prácticamente la pionera en "adelantar la recogida de la aceituna de enero a octubre".
"Antes se recogía a principios de enero y la aceituna ya estaba bastante madura, por lo que apostamos al cambio a una recogida temprana", ha resaltado García, quien ha destacado el acierto para crear aceites que "han recibido más de 2.300 premios a nivel nacional e internacional".
La denominación engloba a los localidades de Almedinilla, Carcabuey, Fuente Tójar y Priego de Córdoba y cultiva tres variedades autorizadas, como son hojiblanca, picual y la autóctona picuda, que se encuentra el 60 por ciento de las 30.000 hectáreas de olivar de la zona.
Ubicada en el corazón del parque natural de las sierras subbéticas de Córdoba, algunos de los olivos milenarios con los que cuentan están a más de 1.000 metros de altitud, por lo que la especial orografía, más del 30 por ciento se cultiva en pendiente, y la climatología hacen que el producto final "sea inigualable".
Actualmente, el aceite de Priego de Córdoba "se envasa en más de 35 países" y la variedad picuda es una de las "más reconocidas a nivel internacional", ya sea en "Italia, Japón, Alemania o Francia", premiando la "calidad" y el "trabajo que se hace aquí".
De hecho, en lo que va de año las marcas amparadas por la denominación cordobesa han recibido más de 110 premios en los concursos de todo el mundo, en los que incluso ha tenido que competir en algunos casos con los "aceites de nueva cosecha".
Para celebrar los 25 años de la denominación, se han organizado multitud de actividades "muy enfocadas a la innovación gastronómica", como la creación de "25 recetas con distintos cocineros de primer nivel" quienes "deben ser nuestros principales embajadores para dar a conocer los usos del aceite".
También se está trabajando en un nuevo producto, el aceite de oliva para "fritura" de alta calidad, mientras que se están organizando jornadas gastronómicas dirigidas a la restauración, la hostelería y el propio consumidor final.
La creación de la "cultura oleícola" es una de las premisas importantes para la denominación, por lo que se potencian las "catas infantiles".
Finalmente, una gran gala a final de año para entregar los "premios picudo" a los "embajadores" que "año tras año" y en "distintos ámbitos del deporte o la cultura" promocionan el aceite de Priego cerrarán los actos del aniversario.
Y con la pandemia llegó el momento de "adaptarse" al mundo digital e innovar "en la promoción", algo que se ha logrado "bastante bien" hasta el punto de hacer catas "online" en las que denominación hacía llegar los 'kit' por correo antes de proceder a la muestra.
"Ahora se retoman las ferias, pero no podíamos dejar de posicionarnos", subraya García, quien incide en que las empresas están obligadas a trabajar en "otras líneas" ya que se trata de "innovar o morir".
Sobre todo en un contexto en el que la reciente crisis de precios afecta aún más al olivar que se trabaja en pendiente ya que los costes de producción son "mucho más elevados" que los superintensivos.
Por ello, García reclama que la Política Agraria Común (PAC) tenga en cuenta "ayudas específicas" para este tipo de olivar que ayudaría a "fijar la población al mundo rural" además de "seguir garantizando" un aceite de oliva virgen de "inigualable calidad", lo que permitirá a Priego de Córdoba cumplir por lo menos otros 25 años más de excelencia olivarera.