Grandes noticias. Seis días después de ingresar en la Ruber Internacional tras contagiarse por segunda vez de Covid-19, Mario Vargas Llosa ha recibido el alta hospitalaria este viernes. Aunque en un principio circularon preocupantes informaciones sobre su estado, el martes el premio Nobel pasaba a planta y, después de una evolución muy positiva y demostrando que tiene una salud de hierro a sus 87 años, minutos antes de las 10:00 horas ha abandonado el hospital para continuar recuperándose en su domicilio arropado por toda su familia.
Por su propio pie, acompañado por su hijo Gonzalo y sin el bastón con el que le hemos visto ayudándose para caminar en los últimos tiempos, el peruano salía por la puerta principal del centro visiblemente recuperado. Aunque ha perdido algo de peso a causa de su hospitalización, ha llamado la atención su buen aspecto y su soltura a la hora de subirse al vehículo que le esperaba a pocos metros.
A pesar de que no se ha parado a atender a la prensa que le esperaba, Mario sí ha saludado amablemente con la mano, agradecido por el interés y el cariño que ha sentido por parte de los medios de comunicación desde que el pasado lunes su hijo Álvaro confirmaba con un escueto comunicado publicado en su cuenta de Twitter que el escritor estaba ingresado desde el sábado tras haber sido diagnosticado de Covid-19.