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Un Barça con la mente en Londres tumba a un inofensivo Joventut

Los azulgranas volvieron a encontrarse con uno de esos partidos psicológicamente difíciles de competir

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Un Barcelona Regal, con la mente en Londres, tuvo suficiente con un inmaculado tercer cuarto para tumbar a un inofensivo Fiatc Joventut (80-59), en un partido en el que Xavi Pascual aprovechó para dar entrada jugadores faltos de minutos antes de la ansiada 'Final Four' de Londres.

No hubo sorpresa en el Palau Blaurana y el Joventut vio como su exjugador Marko Todorovic -el mejor del partido- le dejaba otro año sin conseguir la victoria en el pabellón del eterno rival, en donde no gana desde el 2006.

Los azulgranas volvieron a encontrarse con uno de esos partidos psicológicamente difíciles de competir.


A cinco días para el partido en Londres contra el Real Madrid, el Barcelona, sin hacer un brillante encuentro, apretó el acelerador en el inicio del tercer cuarto -de la mano de Lorbek, Navarro y un convincente Marko Todorovic- y consiguió una victoria que lo confirma en la tercera plaza.

Su rival, una Penya que, tras las dos últimas victorias ante el Blusens Monbus y el Herbalife Gran Canaria, mostró un nivel muy por debajo de lo que viene haciendo en los últimos partidos y se aleja, de esta manera, de las posiciones de 'play off'.

Empezó el partido desangelado, como el ambiente del Palau que, entre sus poco espectadores, contaba con el base de Minesota Timberwolves, Ricky Rubio, como invitado de excepción.

El exjugador de ambos equipos vio cómo en los primeros compases del clásico del baloncesto catalán las pérdidas y los múltiples fallos en el tiro reinaban en un partido de ritmo lento y anárquico con el que se llegó al final del primer cuarto (13-13).

Con tal de mejorar el ritmo anotador, Pascual apostó por Navarro -renqueante por una elongación en el músculo semimembranoso de la pierna derecha-, que en los cinco minutos que estuvo en pista sólo pudo anotar un punto desde la línea de tiro libre.

Así, los azulgranas tiraron de su poderoso juego interior -con Tomic y un voluntarioso Todorovic como estandartes- para empezar a carburar una maquinaria que, por momentos, parecía tener sus engranajes al 50 %, guardando su cadencia perfecta para el decisivo partido contra el Real Madrid.

Consciente de ello, la Penya se arremangó para discutir el triunfo en un escenario en el que no gana desde 2006. Ante el más que discreto partido que estaba haciendo Albert Oliver -MVP del pasado mes-, Corey Fisher se puso el vestido de estrella para anotar diez puntos en poco más de diez minutos.

El base estadounidense sacó de quicio a todo un gigante como Ante Tomic que, tras cometer una falta personal sobre Fisher, recibió una técnica tras una airada queja a la tripleta arbitral.

Y así fue como los de Salva Maldonado consiguieron una ventaja de cuatro puntos (24-28) a cuatro minutos del descanso, mientras al Barcelona se le aparecía el fantasma de las lesiones cuando el australiano Nathan Jawai se retiraba de la pista por unas molestias en la fascia del pie derecho.

Pero el Joventut no supo aguantar esta renta y las múltiples pérdidas de balón -quince en los primeros veinte minutos- permitieron al Barça irse al vestuario con una mínima ventaja (32-30) gracias a dos triples de Brad Oleson y Lorbek.

En la reanudación, Pascual volvió a apostar por Navarro y esta vez no falló. El de Sant Feliu, acompañado por un imprevisible Marcelinho Huertas, reinaron desde el exterior y consiguieron una ventaja de diez puntos en un abrir y cerrar de ojos, que los azulgrana ya no dejaron escapar.

Por si eso no fuera suficiente, Lorbek -máximo anotador de su equipo con 17 puntos- y el joven Marko Todorovic -que con sus 12 puntos jugo ante su exequipo el mejor partido como azulgrana- dejaron en nada las pocas aspiraciones de una Penya que sólo contaba con la garra interior del exazulgrana Jordi Trias.

El último cuarto sirvió para que los jóvenes azulgrana disfrutaran. Todorovic volvió a sonreír con su dinamismo interior, mientras Abrines y Rabaseda se lo pasaban en grande con 'alley-oops', mates y triples, mientras la Penya se convertía en un espectador de lujo.

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