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Manuel Vizcaíno dice adiós inmerso en la polémica

El actual director de marketing abandona su cargo de consejero y en junio dejará definitivamente el club

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  • Inesperada marcha -

Manuel Vizcaíno, hombre fuerte del brazo ejecutor del expresidente José María del Nido, abandona la nave sevillista en pleno resurgimiento institucional, una vez que Pepe Castro ha tomado los mandos del Sevilla.

Inmerso en la polémica, el ya exconsejero ha preferido apartarse en el nuevo camino de Pepe Castro al frente de la entidad, entendiendo que su tiempo en el club nervionense ha expirado.”He hecho lo que creía que tenía que hacer, cuando lo tenía que hacer y pensando en mi bien, en el del Sevilla y en el de los que me rodean”, decía Vizcaíno en varias radios de información local tras tomar la decisión de su marcha.

Cabe recordar que el director de marketing, función que desempeñará hasta la conclusión del curso, nunca fue santo de devoción para buena parte de la afición rojiblanca. Son reconocidos los encontronazos entre Vizcaíno y el colectivo de animación Biris Norte. Además, la excesiva cercanía a Del Nido nunca gustó en un núcleo del propio consejo de administración. Precisamente, su arraigo al letrado continúa siendo patente. “A nivel personal he hecho y voy a seguir haciendo todo lo que pueda en esa tarea”, comentaba.

La marcha del citado abogado y principalmente la escasa sintonía de éste entre el grupo de Pepe Castro han motivado a Vizcaíno su precipitada marcha del consejo. Además, asuntos externos como la nueva situación de un club como el Cádiz podrían haber decantado su dimisión. De tal modo, el propio Vizcaíno no esconde su encanto por la capital gaditana. “A mí Cádiz también me gusta mucho, me encanta, pero no sé lo que voy a hacer después de mi desvinculación, sólo que tomaré vacaciones. Vinculación con el Cádiz tengo cero”, decía el protagonista.

Con Pepe Castro nace una nueva era para el Sevilla y a pesar de que muchos asemejen la conformación de la directiva con la de tiempos pasados, lo cierto y verdad es que el presidente utrerano ya ha dejado claro que ni es autoritario y que no le temblará el pulso a la hora de tomar decisiones. Sin Del Nido y sin Vizcaíno, al menos sobre el papel, parece que este Sevilla será distinto.

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