Dos golazos anotados por Manuel Agudo Durán "Nolito" asestaron un duro golpe al Osasuna y dieron la victoria al Celta en Pamplona (0-2), resultado que deja a los locales con 35 puntos, en una posición muy delicada, a falta de dos jornadas para la conclusión del campeonato.
Nada se jugaba ya el Celta en su visita al Reyno de Navarra, adonde acudía con la permanencia matemática en el bolsillo, pero sí, y mucho, estaba en juego para el Osasuna, que no gana en su casa desde que lo hiciera ante el líder, el Atlético de Madrid, en la jornada 25 del torneo.
Y la ansiedad superó a los navarros, inferiores en la zona ancha del terreno de juego. Fue en esa parcela donde los dirigidos por Luis Enrique cimentaron su triunfo. Una victoria de la mano de su mejor hombre, Nolito, que firmó dos goles de categoría en el primer acto, suficientes para sentenciar el combate y el ánimo de Osasuna, que se vio después ante una misión casi imposible.
El primero, en el minuto 20, cuando recogió, en posición correcta, una asistencia magistral del chileno Fabián Orellana. Nolito se internó en el área y batió de excepcional vaselina al portero Andrés.
Catorce minutos después, en el 34, otra vez los mismos protagonistas fabricaron un precioso segundo tanto. Orellana sirvió desde la derecha y Nolito definió con exquisita calidad con el empeine diestro, anotando su decimocuarto tanto del curso.
Fueron dos golpes que hirieron de gravedad a Osasuna, preso de los nervios, y que tampoco tuvo fortuna. Porque pudo igualar a uno poco antes del segundo tanto céltico, pero el cancerbero Sergio Alvarez, sustituto de Yoel Rodríguez, respondió por dos veces con magníficas intervenciones. La primera a un cabezazo de Oriol Riera y la segunda en el rechace que recogió Miguel De las Cuevas.
Y tampoco acertó Alejandro Arribas, en un diáfano testarazo desde el punto de penalti en el minuto 43, con la portería de Sergio Alvarez, junto a Nolito, un pilar importante en la victoria de los suyos.
Porque el arquero, habitual suplente de Yoel durante la campaña, se lució también en varias ocasiones en la segunda mitad, en la que Oriol Riera no acertó en el intento de meter a su equipo en el partido.
En este período el duelo se convirtió en una "ida y vuelta" con poca precisión en el que se desenvolvió con holgura el Celta y se ahogó el Osasuna, que buscó un resquicio de esperanza con más corazón que cabeza y que queda en el alambre tras la derrota.
El conjunto de Javi Gracia se jugará la posibilidad de salvación en los dos últimos compromisos, ante el Espanyol, en Barcelona, y ante el Betis, de nuevo en Pamplona en la jornada final.
