Goleada y a otra cosa. El Sevilla selló su pase a cuartos por la puerta grande, con goles y un muy buen fútbol.
Como era de preveer, Emery dispuso de un equipo titular conformado principalmente por los menos habituales, aunque con algunos pilares como Carriço o Krychowiak en la medular, al que curiosamente le acompañó Coke como pareja en detrimento de Vicente Iborra.
Y no hubo que aguardar mucho para sentenciar la eliminatoria y comenzar a pensar en el trascendetal encuentro liguero del domingo ante el Málaga. Y es que el Sevilla saltó al terreno de juego con autoridad, haciéndose dueño y señor del cuero y llevando peligro en cada una de sus llegadas a la meta nazarí. Hasta que en el minuto 19, un centro puesto desde la izquierda por Fernando Navarro lo remachó al fondo de las mallas con mucha clase el francés Kevin Gameiro. El gol hacía justicia.
Pero el pase se puso aún más de cara cuando en el 27, tras una falta botada por un enchufadísimo Deulofeu, la cabeceó, no exento de dificultad, Iago Aspas para convertir el segundo. Todo quedó visto para sentencia y el Granada, mientras tanto, ni se preocupaba por dar señales de vida.
Los de Emery continuaron alargando las posesiones y recortando minutos en un partido sin historias. Y es que el visitante ni siquiera se acercó al área de Sergio Rico en los primeros 45 minutos. Así se alcanzaría el tiempo de descanso en Nervión, con la afición allí presente pensando ya en el rival de cuartos.
Se reanudó el encuentro del mismo modo que finalizó el primer tiempo, con un Sevilla dominante y creando ocasiones muy claras de gol. Así llegó el tercero en el 55, tras una sensacional internada de Deulofeu que la aprovechó Gameiro desde el vértice del área para fusilar a Roberto, que no anduvo acertado.
Mientras tanto, Deulofeu continuaba demostrando con grandes acciones su ferviente deseo de terminar haciéndose con un puesto fijo en el once titular. El catalán rozó el cuarto con una falta directa.
Fue el momento de los cambios. Emery dio descanso a Krychowiak pensando en el domingo y también a Gameiro, aunque dio salida a Bacca para sumar minutos. Además, el colombiano tuvo el quinto tras un muy buen pase entrelíneas de Aspas, pero Bacca se topó con Roberto.
Y hasta ahí. Los nervionenses no quisieron ahondar más en la herida del Granada y ahora sí comienza el camino hacia una final con dos estaciones, la primera el próximo miércoles en Cornellá.
El deseado Espanyol, rival para cuartos
El conjunto catalán, tras eliminar sorprendentemente al Valencia, será el rival de los nervionenses en los cuartos de final de Copa. La ida se disputará el próximo miércoles en Cornellá (20.00 horas). La vuelta en el Pizjuán sólo una semana después.
