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Getafe y Villarreal se frenan en sus objetivos

La dureza del juego dejó varios jugados tocados en ambos equipos

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Getafe y Villarreal empataron 1-1 en el Coliseum Alfonso Pérez y se frenaron mutuamente en sus objetivos de sellar la permanencia y apuntalar sus opciones europeas, respectivamente, en un partido accidentado con una lesión gravísima del jugador argentino Mateo Musacchio y numerosas tarjetas amarillas que impidieron el buen desarrollo del juego.

La dureza del juego dejó varios jugados tocados en ambos equipos. El peor parado fue Musacchio, que acabó con el tobillo destrozado tras una acción escalofriante en la segunda parte. Esa fue la peor noticia de un choque en el que ambos clubes tenían diferentes objetivos.

El cuadro madrileño, a un paso de la salvación, necesitaba una victoria para encadenar tres consecutivas y sumar 38 puntos, casi los necesarios para, teóricamente, seguir un año más en Primera División.

Para ello, los hombres de Pablo Franco tenían que doblegar a un equipo herido. El Villarreal atraviesa el peor momento de la temporada, con una derrota llamativa la jornada pasada ante el Espanyol por 0-3.

Si hace varias semanas tenía asegurada su presencia en Europa, su racha de marcadores adversos han dejado incógnitas en el cuadro castellonense. El tramo decisivo del campeonato está a la vuelta de la esquina y no podía cometer muchos fallos.

Marcelino García Toral apostó por hacer rotaciones. Siguió con su costumbre de dar minutos a jugadores que no entran habitualmente en sus planes y nombres como los de Musacchio, Jonathan Dos Santos, Giovani o Joel Campbell, iniciaron el duelo en el banquillo de los suplentes.

Algo parecido hizo Franco. Uno de sus mejores valores, Pablo Sarabia, vio el encuentro fuera del once titular. Igual que el uruguayo Emiliano Velázquez, que cedió su hueco a Naldo en el centro de la defensa. No fue una decisión demasiado acertada. El central brasileño anda algo errático y siguió con esa progresión en varios momentos del partido.

Sin embargo, esa indecisión de uno de los ejes del cuadro azulón no afectó al juego del Getafe, que desde el inició se adueñó de la pelota y fue el equipo que puso el fútbol sobre el césped. Aunque lo hizo sin verticalidad y con pocas ideas en los metros finales, la sensación de peligro estaba más presente en el área del Villarreal que en la del guardameta Vicente Guaita.

Todo ese dominio del primer acto no se vio recompensado con demasiadas ocasiones. Apenas un disparo lejano de falta de Pedro León que inquietó al escaso público del Coliseum y un disparo de Álvaro Vázquez fueron las credenciales que presentó el Getafe antes del descanso.

Enfrente, el Villarreal, solo pudo marcar con un par de acercamientos de Ikechukwu Uche y Rukavina que no encontraron la portería de Guaita. El juego castellonense, más físico de lo habitual, con Bailly excesivamente duro con Álvaro Vázquez, afectó en la creatividad de un grupo de jugadores que consiguió mantener el empate sin goles antes del descanso.

Álvaro, con un hombro operado y el otro lesionado, sufrió en sus carnes el poderío físico de defensa marfileño, que en un par de acciones estuvo a punto de sacar del campo al delantero catalán.

Acabó el choque como Franz Beckenbauer en el Mundial de Alemania 1970 y como Pirri en la final de le Recopa de 1971: con un cabestrillo en su hombro dolorido. No había otra opción. Es, junto a Babá Diawara, el único atacante puro de su equipo. Franco apenas confía en el senegalés y Álvaro aguantó.

Con esos sobresaltos, los jugadores se marcharon al vestuario con muchas más cosas que decir en la reanudación. Prácticamente protagonizaron 45 minutos iniciales de tanteo y la guerra aún estaba por llegar.

Ikechukwu Uche fue el primero en disparar. Cuando el público estaba aún sentándose en sus butacas, el nigeriano no desperdició un penalti que Mehdi Lacen cometió dentro del área pequeña. Guaita no pudo parar el misil del ex jugador del Getafe y el 0-1 subió al marcador.

El equipo de Franco se rehizo pronto. No tardó en responder en un partido totalmente diferente al de la primera parte y fue Diego Castro quien se encargó de establecer la igualada con un buen cabezazo tras un centro de Roberto Lago.

Entonces, a falta de media hora para el final, las oportunidades se sucedieron en ambos bandos. Pudieron desempatar Pedro León y Uche con dos claras ocasiones. La imagen del gol no volvió a verse por televisión, que sí ofreció la escalofriante imagen de la lesión de Musacchio. El central argentino tuvo que abandonar el campo con su tobillo izquierdo totalmente doblado.

Con diez sobre el campo -el Villarreal ya había hecho sus cambios-, el equipo de Marcelino García Toral fue capaz de aguantar el resultado. Al final, el 1-1 no se movió del marcador, el Getafe no consiguió sus ansiados tres puntos para prácticamente sellar la permanencia, y su rival dejó de sumar dos que pueden impedir su presencia en Europa.

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