Los sevillanos ponen tierra de por medio sobre el límite que marca el descenso de dos partidos a falta de cuatro fechas para el final
Capaz de lo mejor y de lo peor, el Baloncesto Sevilla ha demostrado durante esta temporada una dulce irregularidad que le ha llevado a padecer grandes derrotas y por contra, levantar el Palacio de Deportes de San Pablo deleitando a la afición hispalense con inesperadas gestas como la que se vivió el pasado sábado ante el líder de la Liga Endesa y máximo adversario sevillano, Unicaja Málaga.
Victoria que, al margen de significar un acicate anímico vital para el devenir en la ACB del conjunto de Luis Casimiro; matemáticamente supone un paso prácticamente decisivo para la salvación.
El balance del CB Sevilla, diez triunfos y 20 derrotas, se torna en crucial de cara a obtener el objetivo, más aún tras aprovechar el pinchazo ante Valencia a domicilio que otorga al cuadro sevillano dos encuentros de ventaja sobre penúltimo y último clasificado a cuatro fechas del final.