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El pobrecito hablador

Depende

Si lo dejamos de la mano del virrey Bonilla, se convertirá en lo mismo que se convirtió el  28F:  otra festividad homeopática más

Publicado: 15/11/2022 ·
10:16
· Actualizado: 15/11/2022 · 10:16
  • Parlamento de Andalucía. -
Autor

Francisco Palacios

Palacios es matemático y programador. Publicó su único libro hace ya unos años y sigue siendo el autor más leído de su calle

El pobrecito hablador

Escribo sobre lo que me gusta, pero sobre todo sobre lo que me disgusta, como un grito desesperado para no ganarme una úlcera

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Como todo en esta vida, cualquier decisión que se tome tiene múltiples lecturas, dependiendo del prisma desde el que se mire, y sobre todo, sus consecuencias a futuro son algo que pueden resultar totalmente imprevisibles, aunque todo se deje atado y bien atado.

Hace cuestión de días, Juanma Moreno anunció que el 4D será reconocido como Día de la Bandera de Andalucía, un reconocimiento más que merecido al único movimiento ciudadano en nuestra historia reciente que ha sido capaz de torcer la muñeca al gobierno central para conseguir su propósito, que no era otro que el de la Autonomía y el Estatuto. Un hito que, reitero, no ha sido repetido, igualado o superado jamás en la Historia de España.

¿Sus motivos? El presidente, que se considera autonomista, afirma que su intención es la de “sumar sin restar” para “conmemorar el complicado camino hacia la Autonomía”. Lo de sumar se entiende; con esa capacidad que tiene Moreno, desde un mensaje plano y sin altibajos, de absorber y de llegar a la ciudadanía de una manera muy transversal, este paso es un intento de llegar aún más allá del centro derecha y empezar a barrer voto del centro izquierda, tras terminar de finiquitar a Ciudadanos. Lo que no me queda tan claro es la parte del restar; quizás sea un mensaje a sus ex compañeros de viaje de la extrema derecha, unas compañías que ponen muy en duda que se pueda considerar autonomista quien se asocie con los que quieren la eliminación del autogobierno de las autonomías.

Como nacionalista andaluz, recibo de buena gana que se homenajee a la verdiblanca. Pero debemos andar vigilantes para que ese día no se convierta en otra jornada vacía de contenido, de himno y desayuno de mollete con aceite. Su función debe ser didáctica,  que sirva para recordar a los más viejos y enseñar a los más jóvenes qué sucedió, qué representó y cuáles fueron sus consecuencias. Un día para rememorar quiénes estaban en contra del proceso autonómico y quienes lo defendían con la boca pequeña, para hacer justicia a Manuel José García Caparrós, asesinado por la vil mano de la ultraderecha.

Si lo dejamos de la mano del virrey Bonilla, se convertirá en lo mismo que se convirtió el  28F:  otra festividad homeopática más, donde su mensaje y su significado se diluye a razón de una parte por millón, para que todos olviden que ese día el Pueblo Andaluz tumbó la voluntad del Estado, que cuando todos empujamos hacia el mismo lado nadie puede con Andalucía.

 

 

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