Refrescarse con estas frutas con estas frutas se ha vuelto un auténtico lujo:
comprar melón o sandía ahora es el doble de caro. Se trata de la
mayor subida en 28 años. Motivo suficiente para que en los hogares cambien la dieta por una menos saludable y se olviden de los clásicos del verano. Pero, ¿a qué se debe este encarecimiento?
Cada día cuesta más llenar la cesta de la compra. Desde finales del año pasado,
los productos han aumentado su precio sin límite. Tanto es así que
la fruta este verano está a precio de oro.
Ya se lo decía Rufián a Sánchez la semana pasada en la Sesión de Control del Congreso:
“¿Sabe lo que puede costar un melón en este país? Hoy, 13 euros".
Y no exageraba... El precio de la fruta, especialmente la veraniega, y la verdura se ha duplicado. El
motivo: la inflación de la economía, la escasa cosecha y la reciente ola de calor sumado al cambio brusco de temperaturas. “El otro día vendimos una sandía de 10 kilos por 21 euros. Es algo de locos”, aseguraba el frutero, Moisés Castillo, de Disfruta Sano.
Algo que, según la OCU,
ha provocado que el 62% de los consumidores haya modificado sus hábitos de compra adaptándolos a su renta. “Ya no es el kilo o la oferta, es lo que necesito hoy, es lo que me llevo", apunta Moisés.
Todo apunta a que habrá que esperar a que pasen las primeras semanas del verano para volver a comprar fruta a un precio razonable.