Los rocieros portuenses partieron esta mañana hacia la aldea almonteña y serán unos días de intenso calor, que no todos llevan de la misma manera.
A pesar de que, bien temprano se desarrolló la misa en el parque de la Victoria, como es habitual, el camino hasta la Iglesia Mayor Prioral, donde mayor concentración de portuenses hay para despedir y desear un buen camino a los peregrinos portuenses, se antojó ya pesado por el calor que se concentraba en el ambiente, pero sin duda lo peor estaría y está por llegar, pues queda mucho camino por delante, a pesar de que los partes meteorológicos apuntan a que el fin de semana las temperaturas serán más llevaderas.
El vicario de la Prioral, José Luis Oca, por ausencia del párroco, Diego Valle, espera que la peregrinación comenzada ayer, con un único fin, “encontraros con la Virgen”, espera que “María os acompañe siempre y que esta experiencia vuestra sea fructífera, y que la prudencia y el amor os precedan”.
Los sones que desprenden los pitos y los fuegos que va abriendo paso a la hermandad rociera fueron despertando ayer a muchos portuenses, pues es bien temprano cuando se comienzan los últimos preparativos. El sombrero, el traje de corto, la bata rociera y el agua son elementos indispensables, y la medalla rociera es algo que no se puede olvidar ninguno de los que, como ocurre en el caso de El Puerto, se intenta acercar a la Virgen almonteña, a la Virgen del Rocío. Una buena representación portuense partía, con ilusión, con ganas y con su fe desmedida, hacia Almonte. Y esas ganas se demuestra en la amplia sonrisa que portan, y en las ganas de cantar y bailar con la que parten de la ciudad, para hacer su primera parada en el monumento a Las Marías, en la carretera de Sanlúcar, lugar al que también se acercan todos los años muchos portuenses para decir adiós a estos otros portuenses que parten.
Ahora, como bien dice una espontánea, sólo falta que “tengáis muy buen camino, y acordaros de los que nos quedamos. Traed romero para todos nosotros, que queremos quemar lo malo que entre en nuestras casas”.