Por el momento descartan la huelga, pero en cambio repartirán octavillas, emprenderán una campaña de apoyos por asociaciones de vecinos y colectivos y continuarán con las demandas
CNT denuncia el despido de diez trabajadores de la subcontrata de Endesa, Ametel, que se han llevado a cabo entre noviembre y hace escasas semanas, siendo, como entiende el coordinador local del sindicato, Beltrán Roca, “una consecuencia directa de la reforma laboral que da la capacidad al empresario de despedir sin necesidad de alegar pérdidas, sólo con la disminución de ingresos”.
Roca hace memoria, e indica que “en noviembre los trabajadores constituyen la asamblea de CNT y piden que se respete el convenio colectivo”, exigiendo entre ellos el plus de peligrosidad y el de transporte, “pero no proceden, por lo que a la semana la empresa despide al portavoz sindical”, no dando la razón el Juzgado de lo Social de Jerez al trabajador. “En marzo convocamos una huelga para pedir que se cumpliera el convenio colectivo” así como para impedir el traslado de varios compañeros, “y la huelga no se llega a desarrollar porque hubo un principio de negociación”.
Pero en cambio, añade que la sentencia que obra en manos de la empresa la hace “estar más fuerte y sentirse respaldada”, lo que provoca que “despida a nueve trabajadores, a los que han dado la cara por el cumplimiento del convenio”.
Por ello van a llevar a cabo distintas acciones, entre ellas “estamos trabajando en las demandas por los despidos, por la vulneración de los derechos de los trabajadores. Además, vamos a recurrir la sentencia del despido del enlace sindical. Vamos a acudir a las instalaciones de Endesa, para pedir que den la cara, porque en estos momentos se lava las manos. Vamos a hacer una caravana de coches y reparto de octavillas en sitios estratégicos, y por ahora descartamos la huelga. También vamos a empezar una campaña de apoyo entre asociaciones de vecinos, colectivos sociales y partidos políticos, para que la ciudadanía se entere de lo que pasa”.
Uno de los trabajadores perjudicado, electricista, apunta a que “me han hecho chantaje laboral, con reuniones para acosarme y que retirara las denuncias realizadas, para al final salir indemnes y despidiéndonos”. Considera que es una coacción debido a la unión sindical que han llevado a cabo, explicando que ha sufrido cambios de puestos laborales y traslados, así como suspensión de empleo y sueldo durante 50 días. En cambio asegura, en nombre de sus compañeros, que “hemos ido por las buenas, subiendo escalones para explicar la situación, y se han burlado de nosotros”.