El tiempo en: Sanlúcar

El Puerto

Nono, en el club de los elegidos

El portuense ingresa en el grupo selecto en el mejor momento de toda la historia del fútbol español. Su renovación y su imparable progresión, auguran en él un futuro prometedor y lleno de alegrías

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • El portuense, forma ya parte del selecto club. -

Estar escribiendo con letras de oro el mejor momento de toda la historia del fútbol español, no es cuestión de casualidades ni de suerte. La palabra mágica en toda esta vorágine de éxito es el trabajo y más trabajo. El único sinónimo del éxito. No hay otra, es la clave para conseguir el triunfo de una forma tan contundente y con una superioridad tan exultante. Es el camino a seguir y, al que por muchos trofeos conquistados, al que hay que abonarse y no apartarse nunca.

Si la absoluta, La Roja, sigue coleccionando títulos y piropos, de igual modo, por su juego y estilo propio ante un futuro esplendoroso, La Rojita, las categorías inferiores, no le van a la zaga. Es un espejo al que mirarse y donde la perfección encuentra su versión más joven, pero igual de aleccionadora y vistosa.

A una escala inferior, todo funciona igual. Exportar las ideas que sirven se ha impuesto de manera marcial. El talento, la juventud y la preparación han sido el compuesto para conseguir el sexto entorchado europeo.

Con un movimiento elíptico, las formas giran alrededor de un decálogo donde todo está estructurado en la actual selección. Las categorías inferiores son un calco de los ‘mayores’. Prohibido protestar las decisiones arbitrales, censurado cualquier acto de indisciplina, respeto máximo al rival y, sobre todo, el trato al balón que debe ser elegante, inteligente y combinativo. Tan fácil, tan complicado. Un patrón de juego asociativo e inconfundible, con el que se distingue de cualquier otra selección. La filosofía de la posesión y la dominación, sobre la especulación y la racanería.

Las individualidades solo sobresaldrán para marcar la diferencia, el grupo es el que debe prevalecer e imponerse por encima de la particularidad. Es el sello inconfundible, el que no se pierde y uno de los secretos de la armonía, tan necesaria y esencial para mantener el clima perfecto. El que se salga o ”pierda los papeles”, como señala Ginés Menéndez, coordinador del fútbol base de La Roja, “no puede jugar con esta camiseta”, apunta de forma categórica. Las formas importan, y mucho. Eso es sagrado, al igual, que la apuesta por la juventud y los jóvenes valores.

Y ahí es donde entra en juego el portuense José Antonio Delgado, Nono. El jugador, que ha renovado por cuatro temporadas por el Betis y que se encontraba haciendo la pretemporada con el primer equipo verdiblanco, ha entrado, por derecho propio, en el selecto grupo de los ganadores. Qué mejor momento que hacerlo en el más laureado de todos los tiempos.

Nono, que fue repescado tras la lesión de Saúl  Ñiguez, no quiso perder la oportunidad y nada más levantar la copa, agradeció a los que habían confiado en él. El futuro que se le presenta a esta joven promesa es envidiable. A un paso de ser a todos los efectos futbolista de Primera y estar en el selecto club de los elegidos. Calidad y condicionantes tiene para volver a ganar.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN