12 de abril de 2015. Fecha que pudiera quedar marcada para siempre para la historia, breve, del Recreativo Club Portuense. Tres puntos son los que separan del sueño de subir matemáticamente al equipo portuense a la Primera Andaluza. Tres puntos en otras tantas jornadas es lo que faltan, nada más y nada menos y tarea terminada y finiquitada. Primer match ball en la búsqueda de un ascenso que se ha ido dorando jornada tras jornada a base de constancia, trabajo, sacrificio, seriedad y superioridad.
El Recreativo Portuense tiene ante sí la oportunidad magnífica de redondear y dar sentido a una campaña para enmarcar. La mejor de su historia. El proyecto, comenzado con la firma indeleble de Carlos Camacho, surgió con la necesidad de romper con el pasado, desterrar tendencias negativas y poner un punto y aparte en las maneras y en las formas antañas.
Más allá de los números, se ha conseguido. Había que encontrar la fórmula perfecta para encaminar un boceto y dar estabilidad deportiva. La institucional aún luchaba por conocer cuál sería su hábitat natural y donde poder disputar los encuentros como local. También ha ido de la mano de manera más que evidente con el Complejo Deportivo Marcos Monge.
Revelación
Con la mentalidad ganadora y abstraerse de cualquier distracción estéril, el Recre ha sabido competir con un plantel nuevo e inexperto en la categoría, reinventándose a pesar de los imponderables domingo tras domingo. Sin entrar en ninguna quiniela en agosto, nada más que competir e intentar formar futbolistas, los rojiblancos se han convertido de hecho en la auténtica revelación de la campaña y en el mejor conjunto de toda la categoría.
Nadie le ha regalado absolutamente nada. La regularidad así lo atestigua. Primero en lo más alto de la clasificación. Ante el Estella a las 12 del mediodía, los recreativistas pueden certificar a domicilio el ansiado ascenso. Para en caso contrario, tendría otras dos oportunidades ante el Xerez ‘B’ en el Monge o en Puerto Real en la última jornada.
