El tiempo en: Sanlúcar

El Puerto

¡Chapeau! Castella

No cabe duda que el francés ha demostrado en El Puerto que se encuentra en un momento álgido de su carrera.

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • CASTELLA -

En tarde de agradable temperatura con brisa de poniente que no molestó en demasía al torero, se lidiaron ayer tarde toros de Jandilla (1º), Fuenteymbro (2º y 5º) Nuñez del Cubillo (3º y 6º) y Vegahermosa (4º) para Sebastián Castella (de añil y azabache) como único espada. El resultado artístico fue de aplausos, aplausos, oreja, aplausos, dos orejas y dos orejas. Entrada media plaza en corrida a beneficio de Asedown. Actuaron como sobresalientes el portuense Enrique Molina (turquesa y azabache) y el salmantino Miguel Ángel Sánchez (pizarra y oro) que no fueron invitados para realizar quites. Se desmonteró “El Jeringa” en el quinto de la tarde. Cabe destacar la gran actuación, una vez más de la Bande de Música local “Maestro Dueñas” la cual durante la lidia del tercer toro tocó magistralmente “Suspiros de España”, en la del quinto “Nerva” y “La Concha Flamenca” en la sexta faena.

No cayó bien entre los aficionados portuenses, entre los que me incluyo, cuando se anunció la encerrona del diestro galo en nuestra Real Plaza, y mucho menos teniendo en cuenta que por causas defendidas por políticos y empresa pero discutibles por parte de la afición, la temporada era de “bazar chino”. Pero no cabe duda que el francés ha demostrado en El Puerto que se encuentra en un momento álgido de su carrera.

Su primer toro no sirvió y además tenía un pitón derecho con “olor a cloroformo”, el torero estuvo firme con la mano izquierda e incluso expuso en los pases en redondo aunque era conciente que el toro “cogía moscas” por ese pitón. Tras pinchazo y estocada fue ovacionado.

El segundo de la tarde tenía una embestida muy informal y carecía fijeza en los engaños. El torero le tragó más de una intimidante mirada mostrándose muy firme. Tras estocada y descabello fue aplaudido.

El tercer toro salió muy “frío” de toriles. En el caballo tomó las de “Villadiego” al sentir el palo por lo que recibió poco castigo. En banderillas se vino arriba y puso en apuros a José Chacón al que persiguió en los dos pares. El torero comenzó la faena de muleta por alto a pies juntos, para luego pegar un tironcito del astado hasta el tercio. El toro “iba y venía” en sus embestidas protestando mucho cuando tocaba la pañosa. Cabe destacar unos templados naturales y una buena serie por la derecha. Tras estocada y dos descabellos cortó una oreja por petición mayoritario del respetable.

Un auténtico “regalo” fue el cuarto de la tarde. Desde que el diestro lo paró con el capote demostró que era un “barrabás” con guasa. En banderillas arrolló a “Morenito de Arles” no corneándolo gracias a un buen quite de su compañero Miguel Ángel García. En la muleta siempre estuvo a la “caza y captura” del torero, reponiendo en sus embestidas. El verdadero triunfo del francés fue salir ileso de una guerra sin cuartel.

El quinto de la tarde hizo honor al dicho de que “no hay quinto malo”. El precioso ejemplar de D. Ricardo Gallardo, de pelo  “jabonero” es el toro, a mi modesto entender,  ideal para El Puerto. Bien armado aunque no aparatoso de encornadura, bajo, musculado, con cara de “hombre” y con los kilos justos para moverse y hacer disfrutar al torero y al público. Hasta este toro Castella no pudo lucirse en los lances de recibo a la verónica. Lo llevó a caballo galleando por chicuelinas y le realizó un quite por tafalleras a la salida de éste. En la muleta el burel tuvo transmisión y no era la “tonta del bote”. El torero a base de temple le logró sacarle por ambos pitones todo lo que tenía dentro. Terminó la faena con escalofriantes “benardinas” y lo mató de una estocada cortándole las dos orejas

En sexto lugar saltó al ruedo el toro con menos trapio de la tarde. El de Cuvillo manseó en el caballo y se vino arriba en banderillas. Castella lo brindó al público, a la postre único brindis de la tarde, y comenzó su faena en los medios con pases cambiados por la espalda. El torete era informal en sus embestidas pero el diestro con firmeza lo “metió en la canasta” logrando una faena intensa sobre ambas manos. Consiguió cortarle las dos orejas tras una estocada, aunque el puntillero levantó dos veces al toro antes de atronarlo.

Otra cosa digna de destacar de la tarde es la glamorosa salida por la Puerta Grande del toreo aupado y arropado por chavales de la Escuela “La Gallosina” y miembros de las Juventudes Taurinas de Jerez.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN