El Pleno Municipal aprobó la moción de Unión Portuense donde instaba al Gobierno a evaluar y actualizar todos los espacios públicos y deportivos para establecer el número de desfibriladores que sean necesarios. Se solicitaba ampliar el plan de formación a centros educativos, asociaciones, entidades y a todo el personal municipal que lo desee en técnicas de primeros auxilios y de reanimación cardiopulmonar. Como novedad, se solicitaba la colocación de cartelería en diferentes puntos estratégicos de nuestra ciudad avisando del desfibrilador más cercano.
Javier Botella comenta al respecto que “en Unión Portuense somos conscientes de que el Ayuntamiento cumple, a grandes rasgos, con la normativa y que en los últimos años se ha evolucionado y ganado mucho al respecto con el fomento de cursos y el convenio firmado con la fundación española de salud en el ámbito de la cardioprotección. Por otro lado, hemos denunciado también el estado de dichos equipos, ya que algunos de ellos han sobrepasado la fecha de caducidad”.
Por este motivo, “nos encontramos en situación de seguir avanzando. Hay que apostar, como mínimo, porque se cumpla la normativa y luchar por conseguir máximos en temas tan sensibles como éste, para elevar a la excelencia el concepto de ciudad cardioprotegida”.
En España se estima que cada año se producen más de 30.000 paradas cardíacas, lo que equivale a una media de un paro cardíaco cada 20 minutos, ocasionando cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico. En nuestro municipio, se dan estas situaciones y, lamentablemente, a pesar del esfuerzo y la profesionalidad de los servicios de emergencia no siempre acaban bien.
Este tipo de iniciativas vienen avaladas por organizaciones sanitarias como la Sociedad Española de Cardiología o la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo. Está demostrado que la utilización de un desfibrilador a tiempo puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte o, al menos, minimizar las secuelas, sobre todo en forma de lesiones cerebrales.