La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, cree que las fugas de gas detectadas en aguas del Báltico procedentes de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 son una "señal clara de cómo (Vladimir) Putin juega a la provocación permanente".
En una entrevista con Efe a escasas horas de volar a Bruselas, donde este viernes los ministros de Energía de los Veintisiete se reúnen para acordar medidas para responder a la crisis energética, Ribera también habla de la reciente victoria electoral de la líder ultraderechista italiana, Giorgia Meloni, un resultado que recoge "con cautela, pero no con agrado".
LA "PROVOCACIÓN PERMANENTE" DE PUTIN
Con la mente en el encuentro extraordinario con sus colegas europeos, la vicepresidenta tercera del Gobierno adopta un tono serio cuando se le pregunta acerca de las tres fugas registradas en el Nord Stream, un percance que la propia Unión Europea y la OTAN ya se han apresurado a calificar como "acto intencionado".
"Me parece que es obvio a estas alturas que es imposible que se produzcan tres roturas de estas características en dos gasoductos submarinos si no hay una operación de sabotaje detrás", dice Ribera, que lo ve como una "señal clara de cómo Putin juega a la provocación permanente".
En este sentido, recuerda algunas decisiones "claramente provocadoras" del Kremlin, como "jugar con la amenaza de la central nuclear de Zaporiya o la de quemar el gas en el punto de entrada de los gasoductos desde Rusia".
"Esto confirma el mensaje de 'sé jugar a las bravas con respecto a los suministros energéticos'", indica la ministra, que aboga por que Europa se lo tome "como una amenaza seria" ante la que "seguir siendo inteligentes, con esa vocación de responder de forma unida, solidaria y eficaz" para conseguir aislar a Putin.
"CONTRAPRODUCENTES ESCARCEOS" DE HUNGRÍA
Durante la charla, Ribera repite, como si fuera un mantra, que Europa "debe seguir firme, muy firme"; sin embargo, reconoce que en estos últimos meses, marcados por la guerra en Ucrania y la crisis energética, "lo menos positivo han sido los muy contraproducentes escarceos del Gobierno húngaro hacia Moscú".
Se refiere al primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orban, único aliado de Putin en la Unión Europea, y es que, aunque el país se ha sumado a las sanciones del bloque, ha criticado en numerosas ocasiones su impacto en la economía europea y se ha negado a apoyar militarmente a Ucrania.
De hecho, a comienzos de mes Orban advertía públicamente de que las sanciones a Rusia habían fallado y podían dejar a Europa sin energía.
Frente a esta visión, Ribera es contundente: "la mejor respuesta sigue siendo una respuesta de apoyo a Ucrania y de sanción económica (a Rusia)".
CONVERSACIONES DIPLOMÁTICAS PARA UN TOPE AL GAS
Poco antes de la entrevista, la Comisión Europea proponía una nueva ronda de sanciones contra el gigante ruso, entre ellas, un tope al precio del petróleo ruso importado, en la línea del acuerdo alcanzado por el G7.
España, eso sí, continúa manteniendo que este límite "se tiene que extender a todos los intercambios", no sólo a los rusos, lo que "requiere reflexionar sobre si tienen que existir umbrales de precio diferente, y una estrategia detrás, una acción previa de trabajo, de escucha y de identificación de acuerdo".
Todo con el objetivo de "evitar que haya una reacción desairada", sostiene Ribera, que piensa que "es una conversación lo suficientemente seria e importante para haberla mantenido hace tiempo y, en su caso, mantenerla cuanto antes".
La vicepresidenta tercera entiende que el tope al gas "es una cuestión que requiere de una conversación diplomática previa", explicar por qué consideran "que es importante dar una señal de estabilidad en torno a los precios".
"El mensaje es claro: no será posible hacer volver el precio del gas al nivel que ha estado durante muchísimos años, en torno a 20 ó 30 euros el megavatio hora (MWh), pero debemos dejar claro que el margen de mejora de precios es notable, que no estamos dispuestos a pagarlo a 200 y 300 (euros) como está ocurriendo", añade.
Precisamente España está entre los quince países -que representan a más del 64 % de la población de la Unión- que esta semana han enviado una carta a la Comisión Europea para poner sobre la mesa "cuanto antes" una propuesta que limite el precio a todas las importaciones de gas natural.
UNA INFRAESTRUCTURA ENERGÉTICA "DE FUTURO" CON FRANCIA
Entre los firmantes de la misiva también se encuentra Francia, tras haber relajado su posición inicial, pero ¿cambiará finalmente su parecer acerca de una nueva interconexión con España?
"Dicen que no ven que se pueda hacer, que puede haber dificultades técnicas, de plazo y económicas. Le hemos planteado que en el grupo de alto nivel que analiza las interconexiones, donde están sentados los reguladores, los Gobiernos y los transportistas del sistema, se analice qué es lo que se puede hacer con vistas al otoño/invierno de 2023/2024", anuncia Ribera.
La ministra recalca que la idea no es "construir un gasoducto de vida corta, sino algo que esté pensado para el futuro".
"Si íbamos a construir una infraestructura para el transporte de hidrógeno, nos tenemos que plantear si podemos anticipar su disponibilidad para llevar temporalmente gas natural en los próximos inviernos, no en éste", aclara.
SOBRE MELONI: "CAUTELA, PERO NO AGRADO"
Otro socio por el que pasan las interconexiones con Europa es Italia, que todavía vive la resaca de la victoria de los ultraderechistas Fratelli d'Italia, el partido que lidera Giorgia Meloni.
"Se respeta el resultado de las urnas, pero siempre preferimos que se decanten por opciones europeístas, solidarias y que entiendan el mundo y la realidad económica y social con una perspectiva más amplia e incluyente", opina Ribera al respecto.
Desde su punto de vista, una característica "de lo líquido" de la política italiana "es que (Meloni) no es una señora sobre la que tengamos un gran historial más allá de las anécdotas y de los mensajes, que no han sido particularmente gratificantes como tampoco lo fue su visita a Andalucía", donde participó en un acto de la que fuera candidata de Vox a la Junta, Macarena Olona.
De ahí que la ministra vea su ascenso "con cautela, pero no con agrado".
No obstante, "no cabe la menor duda de que esté quien esté al frente del Gobierno y de los ministerios", se explorará la cooperación con Italia, sentencia Ribera.