El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) ha asegurado que siempre ha sido contrario a que los responsables políticos ejerzan, desde la política, "acciones judiciales contra adversarios políticos", y ha añadido que nunca lo ha hecho.
En una entrevista en el programa 'Col·lapse' de TV3 recogida por Europa Press este domingo, ha explicado que es importante "evitar la tentación de que parezca que quieres ganar en los tribunales lo que no ganas en las urnas o en el debate político".
Por eso, ha afirmado que cuando "se atacan las costuras de un Estado democrático y de derecho" es importante confiar en la existencia de la separación de poderes.
"Como presidente, nunca hablé como un magistrado del Tribunal Supremo", ha asegurado Zapatero, y ha añadido que todo su gobierno tenía esa misma indicación.
Preguntado por cómo el Gobierno debe reparar las consecuencias del terrorismo de ETA, ha respondido que la democracia "debe ser sin violencia pero con memoria, porque el reconocimiento es imprescindible para que una sociedad tenga una buena salud cívica".
También se ha referido al diálogo como una herramienta fundamental y esencial y que se debe creer en él para ejercerlo, y ha apostado por las "soluciones pacíficas a los conflictos".
Ha recordado que el fin de la actividad de ETA, en octubre de 2011, supuso "el final de dos siglos de violencia política en España ininterrumpida por insurrecciones, golpes de Estado, dictaduras, una Guerra Civil terrible y terrorismo".
Por eso, se ha preguntado si las nuevas generaciones son conscientes del gran valor que esto supone, porque, según él, pocos países han sufrido tanto como España para llegar a un momento donde la "violencia está completamente excluida de la política".
Al preguntársele sobre cuando mandó retirar las tropas en Irak, ha remarcado que fue de las decisiones más relevantes que tomó como presidente del Gobierno y que lo hizo con "convicción absoluta de la inconveniencia de esa guerra".
Para Zapatero, es "evidente que a Estados Unidos es una decisión que le molestó extraordinariamente", aunque ha dicho que el expresidente George Bush no podría ejercer presiones ante una decisión que ha definido como coherente y fundamentada.
Para él, "lo más destacado y preocupante es que 20 años después ha quedado acreditado no solo que no había armas de destrucción masiva, sino que esa decisión, como otras que se han tomado en Oriente Medio, ha sido muy equivocada y ha provocado cerca de un millón de muertos".
"El balance de todas las intervenciones militares de este siglo en Oriente Medio es desastroso", ha lamentado Zapatero, y ha añadido que muchas de las víctimas fueron personas inocentes y de la población civil.
Por otro lado, ha argumentado que no ordenó retirar las tropas de Afganistán porque había "una diferencia sustancial, que Afganistán tenía el apoyo de las Naciones Unidas", y ha reconocido que con el paso del tiempo tuvo dudas.
Así, Zapatero ha reivindicado que la experiencia debería servir para hacer autocrítica y ha insistido en que "al terrorismo no se le derrota con guerras, sino que se le derrota con política, como todo".
Preguntado por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha considerado que "es una persona que destaca porque es educada y respetuosa, algo que facilita el diálogo, el elemento constitutivo más importante de la actividad política".