Las dos semanas de mítines, mensajes y estrategias nos dejan con pocas certezas tanto en las municipales como en las doce comunidades
En la recta final de la campaña electoral los dos grandes partidos se han lanzado a por los votos que podrían inclinar la balanza hacia un lado u otro y mientras el PSOE busca movilizar a los indecisos porque, como reza su eslogan, "lo que votas importa", el PP hace un llamamiento para concentrar el voto en sus siglas para no depender de pactos postelectorales.
Si antes de la campaña los expertos en demoscopia ya advertían de que estaba todo abierto y que el tablero se podía quedar intacto o haber sorpresas de última hora, las dos semanas de mítines, mensajes y estrategias nos dejan en la misma casilla, con pocas certezas tanto en las municipales como en las doce comunidades autónomas donde hay elecciones.
"Todas las plazas están reñidas", resumen fuentes del PSOE, desde donde insisten en la importancia del voto. Los socialistas han centrado su campaña en los anuncios que ha ido desgranando el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y que él mismo ha defendido ante las críticas por su uso electoralista.
"Yo no anuncio cosas, yo hago", ha insistido de manera repetida en sus mítines, donde la campaña "propositiva" diseñada por Ferraz se ha completado en los últimos días con un llamamiento al voto de los indecisos, recordando la importancia de votar.
Y es que en España hay en estos momentos un 25 por ciento de electores que decide a quien votar durante la campaña y un 13 por ciento que lo hace en los dos últimos días.
"La sanidad pública se defiende en las urnas", recuerdan también en el PSOE. Un llamamiento a la acción que se completa con los mensajes especialmente dirigidos a las mujeres o a los jóvenes a través de temas como la paridad o la vivienda, sobre los que ha puesto el acento Sánchez.
En Ferraz ven además al partido volcado en todos los territorios, con una gran movilización que se ha podido ver, dicen, en actos como los de Extremadura, Valladolid o Murcia.
Si en el PSOE buscan movilizar a indecisos y abstencionistas, en el PP hay una llamada en todos los territorios a concentrar el voto en sus siglas. Apelan tanto a los que votaron a Ciudadanos y Vox como a los socialistas desencantados.
Alberto Núñez Feijóo ha avisado de que "no hay atajos" y que "para que gobierne el PP tiene que ganar el PP". Ha reiterado además su oferta al PSOE de un pacto recíproco para que gobierne el más votado, en un intento de zafarse de Vox que no convence a todos en su partido.
Tras una primera parte de la campaña centrada en las listas de EH Bildu, y tras evidenciarse las diferencias sobre si se puede ilegalizar o no este partido con Isabel Díaz Ayuso o José María Aznar, el PP ha relegado la polémica a una crítica a los pactos con Sánchez y ha dado más peso a la enmienda a la gestión económica de Sánchez.
El PP percibe que la campaña les ha ido bien y que algunos de los balones que daban en el poste ya entran y confía en aventajar al PSOE en el número global de votos, una meta significativa porque en 2019, con el centroderecha dividido en tres, quedaron más de un millón y medio de votos por detrás de los socialistas.
Convencidos de que crecen, también ven determinantes los próximos días. El director de campaña, Elías Bendodo, lo fue de Juanma Moreno y en Andalucía el partido se cuidó de difundir la mayoría absoluta que le auguraban los sondeos de la recta final, convencidos de que hubiesen debilitado el deseado voto útil.