Al menos 210 personas han muerto por cólera en Haití, donde los hospitales no dan abasto para atender el aluvión de afectados por la enfermedad, reconocieron ayer las autoridades sanitarias de la empobrecida nación caribeña.
El director general del ministerio de Salud Pública y de Población, Gabriel Timothée, dijo en rueda de prensa que 194 de las víctimas fallecieron en Artibonite (norte), la zona más afectada por la enfermedad, que causa estragos en Haití desde principios de esta semana.
El funcionario dijo, no obstante, que "la situación está bajo control" aunque "estamos en alerta".
Unas 2.679 personas se encuentran hospitalizadas a causa del brote, según la misma fuente.
Del total de afectados, 2.394 se encuentran en Artibonite y el resto en Mirebalais y Las Cahobas, en el departamento de Plateau Central, en el este, donde también hay 14 muertos.
Entre los fallecidos en Mirebalais hay tres presos, según dijo Timothée, quien precisó que medio centenar de reos de esa localidad también está afectado por la enfermedad, por lo que anunció que se tomarán medidas especiales en la prisión.
Asimismo, el funcionario anunció que en Arcahaie (oeste), a unos 30 kilómetros de Puerto Príncipe, detectaron dos muertes y cinco casos sospechosos, los cuales están en observación.
Aclaró, sin embargo, que no se ha reportado caso alguno de la enfermedad en la capital haitiana ni en la isla de La Gonave, en la costa oeste del país, como habían informado medios locales.
El director general agregó que no ha habido un aumento "extraordinario" de casos en las últimas horas, pero tampoco un descenso.
Timothée argumentó que el ritmo de muertes en los hospitales está disminuyendo, aunque aclaró que "es demasiado temprano para establecer una tendencia".
Según declaraciones de testigos, los centros hospitalarios del departamento de Artibonite están desbordados.
También se informó de una posible escasez de medicamentos para atender a los cientos de afectados, aunque las autoridades oficiales insisten en que hay suficientes productos médicos.
Ante esta situación, Timothée dijo que para "liberar" un poco los hospitales estudian atender a los afectados en tiendas de campaña fuera de los centros médicos.
Los hospitales de campaña se instalarán en Drouin, Marchand Dessalines y Saint Marc, en Artibonite, dijo.
Timothée anunció un recorrido del presidente del país, Réne Préval, por las zonas afectadas por la enfermedad, que ha provocado una situación de emergencia humanitaria.
El brote de cólera declarado en Haití, aún muy afectado por los efectos del potente sismo de enero pasado, podría estar relacionado con un río contaminado que está muy cerca de Artibonite, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Unas 150.000 personas viven en las zonas afectadas a lo largo del río, de acuerdo con un comunicado difundido ayer por el organismo, que anuncio que trabaja con urgencia, junto a sus aliados, para hacer frente al brote de esta enfermedad.
El cólera se transmite por contaminación fecal del agua y la comida, por lo que con medidas de higiene personal como el lavado de manos y la buena preparación de los alimentos se pueden evitar muchos de estos casos, según informaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)
La organización no gubernamental Oxfam informó ayer que movilizó un equipo de cinco técnicos para iniciar un programa de agua, saneamiento e higiene que facilite el acceso de agua potable a 100.000 personas en el área afectada por la mortal enfermedad.