Los residentes de las localidades de Terzigno y Boscoreale, a unos 20 kilómetros de Nápoles y situadas en el parque nacional del Vesubio, protestan contra la construcción de un nuevo vertedero en la zona, que se convertirá en el mayor de Europa. Además de los duros enfrentamientos con la Policía, los bloqueos a los camiones de la basura para que descarguen en Terzigno están provocando que montañas de desperdicios se empiecen a acumular en la provincia.
Aunque Berlusconi, que rechazó hablar de “una nueva emergencia” como solución para resolver el problema, anunció que retirará la contrata del vertedero de Terzigno a la actual empresa, Asia, y mandará a la Protección Civil y a su director, Guido Bertolaso, para que se ocupe de su gestión.
Además, Berlusconi garantizó la entrega de 14 millones de fondos de compensación para Terzigno ante la
realización del nuevo basurero.
Aseguró a los ciudadanos de estas localidades que “no existe preocupación alguna para su salud” y que dentro de diez días “no habrá más emanaciones malolientes”.
La ley de inmunidad
El presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, expresó ayer su “profunda perplejidad” por el hecho de que la Comisión Constitucional del Senado haya extendido la suspensión de los procesos penales en la nueva versión de la ley de inmunidad judicial también a su cargo, el de jefe de Estado.
“Ante la inminencia de la conclusión del examen pertinente, considero mi deber expresar mi profunda perplejidad sobre la confirmación por parte de la Comisión de la elección de modificar la normativa, previendo que la suspensión de los procesos penales afecte también al presidente de la República”, indicó Napolitano.