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El número de víctimas en Brasil se eleva a 617

El número de muertos por las lluvias que castigaron la pasada semana a la región serrana del estado brasileño de Río de Janeiro se elevó a 617.

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  • Los destrozos son visibles. -
El número de muertos a consecuencia de las lluvias registradas esta semana en la región serrana del estado brasileño de Río de Janeiro se elevó a 617, informó la Defensa Civil este domingo, día en que el gobierno regional declaró estado de calamidad pública en los municipios más afectados.

Según el último boletín de la Defensa Civil, las lluvias y, principalmente, los deslizamientos de tierras de la madrugada del miércoles pasado, que sepultaron cientos de viviendas construidas en las faldas de las montañas, provocaron 279 muertes en la ciudad de Nueva Friburgo, 263 en Teresópolis, 56 en Petrópolis y 19 en Sumidouro.

El mismo boletín indica que al menos 6.050 personas perdieron sus viviendas y que otras 7.780 tuvieron que abandonarlas temporalmente y refugiarse en gimnasios y escuelas públicas debido a que están ubicadas en áreas de riesgo.

Pese a que las autoridades carecen de cifras concretas de desaparecidos, una central montada en Teresópolis registró denuncias de familias que buscan a 88 personas y un puesto en Petrópolis elaboró una lista de otras 36 que no han sido localizadas por sus parientes.

El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, declaró el estado de calamidad pública en los siete municipios más afectados en un paso para facilitar la reconstrucción de esas ciudades.

El estado de calamidad pública regirá por un período inicial de 180 días en los municipios de Nueva Friburgo, Teresópolis, Petrópolis, Bom Jardim, Sao José do Vale do Río Preto, Sumidouro y Areal.

La medida busca facilitar los trabajos de reconstrucción de la infraestructura y de las viviendas destruidas por las lluvias ya que permite contratar empresas, obras y trabajadores y adquirir material sin necesidad de abrir licitaciones públicas y saltándose otras trabas burocráticas.

Los trabajos de rescate, que fueron reforzados el domingo por 500 miembros de las Fuerzas Armadas, están concentrados ahora en áreas que se encontraban aisladas y bloqueadas por toneladas de tierra, piedra y lodo que deslizaron de las montañas.

Las autoridades también concentran sus esfuerzos en restablecer todos los servicios públicos debido a que numerosas áreas continúan sin suministro de energía eléctrica, agua y telefonía.

Otra de las tareas prioritarias es la identificación y el entierro de las víctimas, algunas en avanzado estado de descomposición tras cinco días.

Mientras que un juez de Nueva Friburgo ordenó el entierro de todos los cuerpos aún no reconocidos tras ser sometidos a los respectivos procedimientos de identificación, las autoridades de Teresópolis optaron por preservarlos en camiones con refrigeración a la espera de que aparezcan familiares para reclamarlos.

Tras las lluvias registradas el sábado en Nueva Friburgo y Teresópolis, los meteorólogos prevén nuevos chaparrones en la tarde de este domingo.

Según Cabral, las tareas de rescate, en las que participan cerca de 1.500 bomberos y 500 militares, cuentan con el apoyo de 30 aeronaves cedidas por organismos regionales y federales, y que están siendo utilizadas para trasladar socorristas y heridos, y para rescatar a personas aisladas.

La principal base para los helicópteros operados por militares fue improvisada en la Granja Comary, el campo de entrenamientos de la selección brasileña de fútbol en Teresópolis.

Ante la tragedia, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, declaró tres días de luto nacional, y Cabral decretó siete días de duelo a partir de este lunes.

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