Se espera que el tribunal escuche los argumentos orales a partir de marzo de 2012, lo cual colocará la controversia en plena campaña electoral
El Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos anunció hoy que ha admitido a trámite las querellas contra la reforma sanitaria, considerada el logro legislativo más destacado del Gobierno del presidente Barack Obama.
Se espera que el tribunal escuche los argumentos orales a partir de marzo de 2012, lo cual colocará la controversia en plena campaña electoral para los comicios de noviembre en los que Obama buscará su reelección.
El anuncio representa una victoria para los contrarios a la ley, que argumentan que el requisito de que todos los ciudadanos estadounidenses deban contratar un seguro médico es inconstitucional.
La reforma ha sido objeto de demandas en más de 30 tribunales y cortes de apelaciones del país, entre las que algunas la han refrendado como constitucional y otras la han invalidado.
El Gobierno de Barack Obama recurrió el mes pasado uno de esos mandatos ante la Corte de Apelaciones de Washington, que valoró la ley como constitucional y abrió así el camino para su trámite en la máxima instancia judicial del país.
En su audiencia, de cinco horas y media de duración, el Supremo escuchará los argumentos de 26 estados en los que gobiernan los republicanos y varios grupos empresariales, así como del Gobierno federal.
La Casa Blanca, que se jugará en la audiencia la que se ha considerado su gran victoria política, celebró hoy que el Supremo haya aceptado el caso.
"Sabemos que la reforma de salud es constitucional, y estamos seguros de que el Tribunal Supremo estará de acuerdo", dijo el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, en un comunicado.
Gracias a la medida, aseguró Pfeiffer, "un millón más de jóvenes tienen seguro de salud, las mujeres están teniendo acceso a mamografías y servicios preventivos sin pagar ni un centavo más de su bolsillo y las compañías de seguros tienen que gastar más en las primas de cuidado de salud en lugar de en publicidad".
Aunque la ley no entra en vigor oficialmente hasta 2014, y los estadounidenses no están obligados a adquirir un seguro hasta entonces, la Casa Blanca ha iniciado ya el proceso de aplicación de algunos de sus componentes.
De ser refrendada, se allanaría el camino para que los casi 50 millones de personas que actualmente no tienen cobertura médica pasen a tenerla.
El Supremo mantendrá en total cinco horas y media de audiencia, de las cuales dos evaluarán la constitucionalidad del requisito de que cada estadounidense obtenga un seguro, y otros 90 minutos estarán dedicados a decidir qué pasará si ese punto es declarado inconstitucional: si se anula toda la ley o sólo algunas partes.