Fernández se muestra también crítico con la desidia mostrada por el Ayuntamiento que, a pesar de existir al menos una denuncia de un ciudadano al que se le impidió el acceso a la ribera por parte del personal de Abades, no tomará ninguna medida porque no le consta “ninguna denuncia”. “La autoridad tiene que luchar para que lo público sea público”, expuso Fernández, que cree que el Ayuntamiento “tiene la capacidad para hacer cumplir la normativa, porque la calle es un cachondeo”.
Otra de las críticas que lanza Fernández es la pérdida de espacio público, muy especialmente en el Casco Antiguo, “al verse invadido por los veladores de bares y restaurantes”. En los próximos días Ben Baso denunciará públicamente esta situación “porque hay que velar por el paisaje urbano”. El colectivo está ultimando un dossier para mostrar “la invasión abusiva de veladores en algunas zonas” y que hará llegar al Ayuntamiento.
“A veces el amiguismo entre políticos y empresarios” es para Fernández uno de los motivos de la “incapacidad” del Ayuntamiento para controlar la legalidad del número de veladores.
La denuncia que el ayuntamiento ignora.
A pesar de que el Ayuntamiento asegura no tener constancia de que el restaurante Abades Triana impide la servidumbre de paso a la orilla del Guadalquivir, un ciudadano denunció en 2010 ante la Policía Local que le fue impedido el paso. La denuncia motivó un informe de los agentes (que se ver en la imagen que acompaña esta noticia), en el que explican que en principio pudieron acceder a la ribera en compañía del gerente del establecimiento, aunque indican que en una segunda visita encontraron los dos accesos cerrados. viva sevilla