Esta organización siria independiente, con sede en Londres (Reino Unido), ha indicado que dos de los fallecidos son niños y que el ataque ha dejado a varias personas heridas, algunas de ellas en estado crítico.
Este bombardeo con morteros marca un nuevo incumplimiento del alto el fuego acordado por el régimen de Bashar al Assad con el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, que ya ha desplegado en el país un primer grupo de observadores militares, encargados de supervisar el cese de hostilidades y la retirada de las fuerzas gubernamentales y el armamento pesado de las calles de las principales ciudades. El alto el fuego ya había sufrido otro incumplimiento la semana pasada con una serie de explosiones registradas en la capital siria, Damasco, y en el centro de Idlib el lunes.
Apenas 20 días después de la entrada en vigor del alto el fuego, la violencia parece haber vuelto a imponerse en el país, en el que 30 observadores que integran la primera avanzadilla de la misión de supervisión de la ONU están ya trabajando sobre el terreno y esperan la llegada de otros 50 supervisores a finales de esta semana.