No faltaron representantes de algunas concesionarias con problemas e inmigrantes entre los participantes. Roca indica que uno de los objetivos de este sindicato es “crear una caja de resistencia para apoyar las huelgas que se sucedan, porque es un arma importante para defendernos”, porque insiste en que, hay muchos trabajadores temerosos de ejercer su derecho debido a que son días en que no cobran, por lo que se resienten los pagos a los bancos, las hipotecas, etc.
Roca además, a modo de historia de cuento, fue desgranando los problemas de España, “ese país en los que los hijos de los trabajadores podían ir a la universidad”, donde los desempleados “tenían ayudas para subsistir; los jubilados tenían derecho a pensiones; los trabajadores, ciertas libertades civiles para presentar quejas, huelgas, etc, porque había ciertas garantías y libertad de expresión”, indica. Evidencia que “no fue algo que se consiguiera de un día para otro ni de manera gratuita, sino que costaría sangre, sudor y cárcel de algunos”. Por ello se pregunta “qué ocurre en España, porque la reforma laboral destruye la defensa de los trabajadores, se da todo el poder a los trabajadores”.
Además, detalla que “hace unos días se han aprobado recortes en la sanidad que excluye a los trabajadores más pobres y a los inmigrantes de la salud pública. Los inmigrantes se parten el lomo y no se les tiene en cuenta”. Y añade que se suma “un concepto de criminalización de la protesta”, poniendo como ejemplo la pena de cárcel que cumple la secretaria de CNT de Barcelona. Pero además “quieren reformar el código penal para meter en la cárcel a los que nos quejemos”.
A nivel local “la cosa no está mejor”, asevera. Existen problemas en las concesionarias municipales “debido a la actitud insolidaria del Ayuntamiento, que no paga las nóminas, con los despidos del CRR, los inconvenientes a convenios propios como en FCC o Daibus, la privatización de un recurso como el agua, problemas con las viviendas sociales, los recortes a las ayudas a los inmigrantes y se ceban con los más mayores cerrando el piso asistido”. Además nombra Visteon, el hotel Monasterio o Duques de Medinaceli,
Por todo ello pide colaboración ciudadana, indicando su rechazo a que los sindicatos mayoritarios no vayan a convocar huelgas, confirmando que CNT no tiene la suficiente capacidad para hacer un llamamiento a la participación, aunque añade que “vamos a seguir saliendo a la calle para decir no a la reforma laboral y en las empresas podemos dar la vuelta a la tortilla para conseguir lo que nos quita la reforma”. En el ámbito sanitario pide “a médicos y trabajadores sociales que tomen la desobediencia como forma de actuar para atender a todas las personas que acudan a ellos”, al igual que “solidaridad con los presos y con los trabajadores que salen a la calle a manifestarse, para que no estén solos”.
Alzaron su voz además en la plaza del Polvorista representantes de inmigrantes, los trabajadores del piso asistido y los conductores. Paco Ortiz, por los conductores, indica que el panorama “es desolador”, indicando las últimas vicisitudes por las que pasa dicho sector,