El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha admitido que Cataluña podría quedar fuera de la Unión Europea (UE) en un momento inicial, entre la celebración de la consulta y la proclamación de independencia.
"No del euro, de la Unión. Sería una lástima, porque nosotros queremos seguir en la UE. Sería necesario encontrar un régimen transitorio para evitar la expulsión de la UE. De todos modos, solicitaremos un reingreso", ha explicado en una entrevista al diario italiano La Repubblica recogida por Europa Press, tras destacar que quieren estar en el euro, en la UE, en el espacio Schengen y en la OTAN.
FUERTES PRESIONES DE EUROPA
También ha reconocido que a Europa no le entusiasma la idea de la consulta soberanista en Cataluña y que las presiones que reciben son fuertes: "Los Estados soberanos no quieren problemas si los pueden evitar".
Mas ha reiterado que la alternativa a una negativa del Gobierno central a convocar la consulta en 2014 es la celebración de unas elecciones anticipadas, de forma que "el referéndum se hará, y los catalanes ganarán".
"Como alternativa, iremos a unas elecciones anticipadas. Creo que por poco tiempo, después, tendré que seguir. No será fácil, pero para nosotros nada ha sido fácil", ha sostenido el presidente de la Generalitat, que ha asegurado que dejará pronto la política, práctica que le cansa y no le entusiasma pero que ve necesaria.
Así, ha aseverado, como máximo solo estará otro mandato "si se dan las condiciones para llevar adelante el proyecto" porque su objetivo es recuperar su vida, al señalar que personalmente solo sufre desventajas y problemas.
Según Mas, la voluntad de los catalanes es poder votar y ser respetados por el Gobierno central, al que "históricamente se le ha pagado impuestos en una medida enormemente superior a los que se ha devuelto" para cubrir las necesidades de los catalanes.
Sobre si una eventual independencia de Cataluña afectaría al sistema bancario, Mas lo ha negado y ha recordado que los catalanes tienen 28.000 euros de renta per cápita, como los alemanes, así como que los bancos españoles tienen el 20 por ciento de su mercado en Cataluña.