El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha mostrado dispuesto a negociar con el nuevo Gobierno central "las reglas del juego, la fecha, la pregunta y el quórum" de un referéndum para la independencia de Cataluña.
En una entrevista en el diario belga 'Le Soir' recogida por Europa Press, ha asegurado que el único punto posible de acuerdo con el próximo Ejecutivo central es la organización de un referéndum, pero se ha mostrado "extremadamente escéptico" ante la posibilidad de que esto se produzca.
Se ha cuestionado por qué "esta fórmula no puede ser válida para el Estado español" después de que haya podido llevarse a cabo en Escocia, dentro del marco democrático europeo.
Si la mayoría de catalanes quiere crear un Estado independiente, Puigemont no puede "imaginar que Europa ignore esta realidad, una realidad que quizás no es la que querría, pero existe".
Ha recordado que actualmente en Europa hay países que no eran un Estado hace 30 años, y ha reivindicado el soberanismo como un proceso de naturaleza pacífica y democrática: "Es la revolución de las sonrisas".
"La independencia de un país no debe considerarse como algo malo", ha destacado, y ha añadido que ninguna antigua colonia española ha pedido revocar su independencia.
CATALUNYA HACE SU PROPIO CAMINO
Puigdemont ha insistido en que es muy complicado un pacto con el Estado, sea cual sea el Gobierno que surja de las nuevas elecciones, y ha avisado de que Cataluña "está en marcha, independientemente de lo que pase en Madrid".
"Tenemos legitimidad para actuar y para pensar sin que sea necesario esperar para saber qué pasa en Madrid", teniendo en cuenta que las instituciones catalanas trabajan desde hace cinco años a favor del proceso soberanista, ha destacado.
Su legislatura son "los últimos meses del viaje, los más cortos y los más difíciles", pero el Govern está perfectamente capacitado para culminar este proceso, ha dicho.
"Estamos preparando las estructuras de Estado y el cuerpo legislativo para asegurar la cobertura jurídica de este proceso de desconexión, de construcción de un Estado", ha añadido.
En relación a su visita oficial a Flandes, ha negado que tenga como objetivo construir un frente independentista: "Cada uno tiene su hoja de ruta, sus prioridades. El caso catalán es completamente diferente".