El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, cree que la polémica provocada por la prohibición de llevar esteladas durante la final de la Copa del Rey muestra "la España de la que (queremos) escapar".
"La estelada es una bandera legal que millones de catalanes blanden cuando se manifiestan por la libertad y la democracia (...) Nos decían que no era una bandera oficial. La bandera del Barça tampoco lo es", afirmó Puigdemont en una entrevista que hoy publica el diario francés "Le Figaro".
El presidente de la Generalitat agregó que esta polémica "es un ejemplo muy claro, el fruto de esta visión parcial, sectaria del ejercicio del poder".
"Esa es la España de la que queremos escapar", añadió Puigdemont, que confirmó que asistirá al partido, al que no habría ido de haberse mantenido la prohibición, porque "no se pude ir a un sitio representando a Cataluña cuando se atenta contra la libertad de expresión".
Puigdemont se mostró convencido de que la independencia catalana será una realidad y aseguró que actualmente sobre la mesa solo hay dos proyectos: "el primero es la independencia. El otro es el 'statu quo' actual, un modelo de comunidades autónomas que, desde mi punto de vista, ha explotado".
"Por lo demás, se especula sobre una proposición que nadie ha formulado. Todo eso va a terminar con un Estado catalán independiente en la Unión Europea, le guste o no a España", agregó.
En cuanto a la presencia de Cataluña en la UE, Puigdemont recordó que "no hay posición formal" de Bruselas, pero consideró que la UE es "un ejemplo de realismo político y de capacidad de adaptación".
En este sentido, el presidente de la Generalitat se preguntó qué sucederá si la mayoría de los británicos votan a favor de abandonar al UE y en Escocia gana el no: "¿cuál será el mensaje que se envíe a una parte de un Estado que quiere emanciparse?".
Convencido de poder hacer un referéndum para ratificar la independencia, Puigdemont aseguró que la mayoría necesaria para ganarlo será "del 50 % más un voto".
"Entiendo que se nos quieran exigir otras mayorías, puede que tuviéramos que aceptar un 55 % o un 60 %, no lo sé. Pero lo que no se puede aceptar es que los que no quieren el referéndum nos impongan las reglas", dijo.
Puigdemont acusó a "la incapacidad de los políticos españoles" de las "elecciones inútiles que costarán 200 millones de euros" el 26 de junio próximo, que "podrían haber sido evitadas con un poco de sentido común y realismo".
"Pongámonos de acuerdo sobre un referéndum y España podrá contar con nosotros para contribuir a la gobernabilidad", afirmó.