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Otegi (Sortu) apuesta por abrir al Estado un "segundo frente"

Pide que "nadie cuente" con la izquierda abertzale para "un nuevo enjuague que dure 40 años y que no nos reconozca como nación"

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  • Otegi, en imagen de archivo -

El secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, ha abogado por abrir al Estado español un segundo "frente" mediante un "proceso soberanista social y popular que lleve como escudo y norte la creación de un Estado propio".

Asimismo, ha advertido al conjunto de fuerzas políticas de que "nadie" debe contar con la izquierda abertzale para "un nuevo enjuague que dure 40 años, que no nos reconozca como nación y que no reconozca el derecho a la libre determinación de nuestro pueblo".

Arnaldo Otegi ha puesto el punto final al Congreso de refundación que Sortu ha celebrado este sábado en el Palacio Euskalduna de Bilbao y en el que se ha completado la nueva dirección de la formación, integrada por un total de 29 personas.

Los 15 nuevos miembros aprobados por las bases son Anita Lopepe, Lur Arbizu, Marian Beitialarrangoitia, Eneko Compains, Nerea Guijarrubia, Nekane Zinkunegi, Elena Beloki, Floren Aoiz, Xabi Larralde, Ibon Meñika, Gorka Ortiz de Guinea, Karlos Renedo, Rufi Etxeberria, Maite Sabalza y Jean Francois Lefort.

Todos ellos se han unido a los 14 miembros que, encabezados por Arnaldo Otegi como secretario general, ya habían sido elegidos en la fase precongresual: Arkaitz Rodríguez, Miren Zabaleta, Sonia Jacinto, Kizkitza Gil de San Vicente, Zuriñe Gojenola, Gotzon Elizburu, Pello Otxandiano, Gorka Elejabarrieta, Nuria Alzugarai, Haimar Altuna, Ibon Arbulu, Oihana San Vicente y Eneko Aldana.

Asimismo, durante la cita de este sábado se ha elegido la comisión de garantías, que está encabezada por el abogado Iñigo Iruin, y se han aprobado seis enmiendas a la ponencia Zoharia y la resolución 'Euskal Errepublica Sortu'.

En su intervención ante los militantes, Otegi ha subrayado que la lucha de la izquierda abertzale "nunca ha sido contra el pueblo español", sino contra "la oligarquía española que lo domina" y ha advertido de que los vascos tienen mucho que "aprender de los catalanes".

Tras afirmar que no cree que sea posible democratizar el Estado español, ha valorado por contra que la "izquierda independentista" ha sido capaz de gestionar "grandes instituciones del país durante 40 años" y se ha dado "cero casos de corrupción".

No obstante, ha reconocido que los cambios "no se hacen desde el BOE sino en la mente de la gente y para eso hay que hablar, trabajar, convencer y saber escuchar". "Nuestro proceso de liberación nacional y social depende de que seamos capaces de convencer a una mayoría del país de que el nuestro es el proyecto que les conviene. No se pueden hacer revoluciones desde arriba ni desde las instituciones", ha considerado.

A su juicio, las instituciones "no son la vanguardia, sino la retaguardia" del proceso de liberación nacional, ya que "los cambios se operan primero en las gentes y después vienen las instituciones a ponerle sello al cambio".

Por otro lado, ha incidido en que "una de las constantes históricas" de la izquierda abertzale ha sido la de señalar que "la lucha de clases adquiere forma de liberación nacional en este país".

"Depende de quien dirija el proceso de liberación nacional estará más a la izquierda o más a la derecha. Eso no está determinado. Nuestra aspiración es que el peso de las posiciones de izquierda sea determinante para construir un estado", ha remarcado.

"CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO"

Por otro lado, ha situado como primer "gran reto" a encarar por Sortu el de "cerrar la fase anterior, todas las consecuencias del conflicto". "Tenemos que recuperar con mayor intensidad el espacio de la lucha por la libertad de los presos y la vuelta de deportados y refugiados", ha indicado.

También ha apostado por recuperar el discurso "integral de la desmilitarización", ya que aunque "se ha avanzado mucho" en esta cuestión, "ésta es una pequeña y vieja nación de Europa que tiene derecho a vivir sin presos políticos y sin fuerzas de ocupación". "Esa es una reivindicación histórica que tenemos que poner encima de la mesa", ha añadido.

Asimismo, ha incidido en la necesidad de "cohesionar el país y hacer Euskal Herria, un proyecto nacional, aprovechando la grave crisis del régimen del 79 y así plantear saltos".

"Conformar un estatus político nuevo, un estado para los vascos", ha expresado, para añadir que "estamos dispuestos a hacer un viaje para que haya un marco democrático nacional en este país" si así lo considera la mayoría de la ciudadanía.

"Adquirimos el compromiso de poner en marcha un proceso soberanista social y popular que lleve como escudo y norte la creación de un estado propio. No vamos a esperar otra cosa. Hay que empezar a abrirle un segundo frente al Estado y ésa es una de nuestras premisas", ha reconocido.

Asimismo, ha advertido de que "nadie" debe contar con la izquierda abertzale para un nuevo enjuague que dure 40 años, que no nos reconozca como nación y no reconozca el derecho a la libre determinación de los pueblos".

"No hemos hecho este camino para volver a remodelar un marco que no nos da ni instrumentos ni posibilidades reales para cambiar nuestra economía ni políticas sociales", ha asegurado.

Por último, ha denunciado el neoliberalismo y ha remarcado que "no solo hay unas políticas económicas y sociales posibles", ya que "otras alternativas son posibles". Para ello, es necesario "voluntad", motivo por el que ha mostrado la disposición de Sortu a colaborar con los sindicatos para "hacer frente a los recortes que se anuncian otra vez".

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