Este homenaje estaba previsto desde hace tiempo, pero la muerte de quien sin duda fue uno de los grandes escritores españoles del siglo XX le da “una dimensión especial” a la jornada conmemorativa que ha organizado la Fundación Francisco Ayala, como afirma en una entrevista con Efe el director de la misma, Rafael Juárez.
“Cuando preparábamos este viaje, Ayala nos decía (días antes de morir) que Argentina era su segunda patria. Los diez años (1939-1949) que pasó en Buenos Aires quizá fueron los más ricos en la vida profesional del escritor”, asegura Juárez, que el próximo martes viaja a la ciudad porteña junto con la viuda del escritor, la hispanista estadounidense Carolyn Richmond, y el poeta Luis García Montero, comisario de los actos del centenario de Ayala.
Al finalizar la Guerra Civil, el escritor decidió instalarse en Buenos Aires, una ciudad que ya conocía y que, por “su gran tradición literaria”, le permitía continuar con las actividades que venía desarrollando en España como novelista, sociólogo, crítico, ensayista, traductor, profesor y articulista.
En una ciudad en la que abundan las placas conmemorativas, no había ninguna que recordase el paso de Ayala por ella. Por eso, y para que quede “constancia permanente” de aquella etapa, el jueves por la mañana se colocará una en el primer domicilio porteño del escritor, en la calle Defensa.
Por la tarde, habrá una mesa redonda en la que participará Carolyn Richmond, García Montero y Juárez. En esa mesa redonda se hablará de los trabajos que tiene en marcha la Fundación Francisco Ayala para recuperar las huellas documentales de la larga estancia en Argentina del escritor.
Así, se están “rastreando” sus colaboraciones en diarios, revistas o libros, la abundante correspondencia personal, literaria y profesional, fotografías, testimonios personales, etc.