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Huelva

La presión de Stop Desahucios logra la dación en pago de Bankia

Los afectados son dos familias de Aljaraque, un hijo en paro, y el padre, que avaló con su vivienda la operación crediticia

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  • La madre tuvo que ser atendida -

La Plataforma Stop Desahucios de Huelva volvió a salir a la calle ayer con el objetivo de denunciar el calvario que padece una familia onubense de Aljaraque, que va a tener que ver cómo salen a subasta sus dos viviendas.
   Para denunciar el drama humano, para pedir justicia, pero para señalar de nuevo una vez más la falta de escrúpulos y de humanidad con la que actúan algunas entidades bancarias, en esta ocasión Bankia, que tras aceptar inicialmente una dación en pago el pasado mes de diciembre, se había echado atrás, y en su vorágine desahuciadora, pretendía llevarse por delante dos viviendas dejando las deudas pendientes a las familias. Por suerte, ayer rectificó, y al menos telefónicamente, mostró su intención de no dejar a una familia más sin vivienda y con la soga de la deuda perenne al cuello.
    La historia arranca cuando Bankia concede una hipoteca a un hijo, al que avala su padre, un progenitor que cuenta con tres hijos más y su sólo trabajo en Giahsa, por el que ya ha visto reducida su nómina y ahora en el alero por los planes de ajuste de la empresa. Según Tomás Gómez, uno de los portavoces de Stop Desahucio, “en diciembre Bankia ofreció la posibilidad de la dación en pago y todos estaban confiados y contentos por el ofrecimiento. Pero hace unas semanas, antes de salir a subasta las viviendas este lunes, llamaron a los implicados para decirle que no es posible la dación en pago, con lo cual se quedarían sin vivienda, pero con la deuda”.
    Por eso, se plantaron las familias y una treintena de representantes de Stop Desahucios frente a la puerta de la antigua Cajamadrid de la Plaza de las Monjas, para buscar una solución, para presionar con pancartas, silbatos y tambores, con un megáfono incansable desgranando consigna y acusaciones contra el baco, y todo, para “llegar a un acuerdo, porque van a por todas, queremos que nos digan que van a detener la subasta”; también, para negociar la dación en pago, porque “no es plan que por una sola deuda se pierdan dos viviendas” (la del afectado y la de sus padres, los avalistas), y en última instancia, segün insistía Tomás incidir “en que como siempre, defendemos desde la plataforma, que la entrega de la vivienda debe ser suficiente para saldar la deuda, no dejar una deuda para toda la vida”.
   Y como en un cuento popular, y de momento, al final, consiguieron su propósito, después de toda una mañana presionando, para intentar negociar con el director “que no nos ha recibido porque dice que está fuera, o reunido firmando papeles” aunque la impresión general era de que “no quiere dar la cara”. Al final alguien la dio, al menos con  una promesa telefónica de un directivo de aceptar la entrega de la vivienda como única obligación para saldar la deuda. Eso sí, después de que en medio de la protesta, ante la llegada de la policía y el estado de nervios que provocó tanto en el padre como en el hijo, que reclamaban a los agentes que detuvieran a los que estaban dentro del banco por ladrones, y no les molestaran a ellos por su protesta, la madre sufriera un ataque de ansiedad por el que tuvo que ser evacuada en ambulancia a un centro hospitalario. Todo eso tuvo que pasar hasta que Bankia respondiera: según  la Plataforma, “el banco ha accedido al acuerdo de modo de que se llevan las viviendas a subasta, pero no queda deuda a la familia, más o menos lo que se pretendía, la dación en pago”. Todo ello, tras una gestión por teléfono entre un directivo de Bankia y el asesor legal de Stop Desahucios. La noticia, llegó al hospital donde estaba siendo atendida la madre de urgencias, para que ésta, que ya había recibido medicación, se quedará también mucho más tranquila tras ver como se consiguió lo que se pretendía que no era más, que lo que ofrecieron en primer término en diciembre.

Otro caso de Bankia

Los problemas con Bankia, no paran no obstante, en este caso, Tomás refiere la situación que vive otra onubense, una madre con hijos que también está pendiente aunque no en fecha de subasta aún; la mujer ha conseguido ahora un trabajo de un mes, serán sus únicos ingresos en mucho tiempo, por lo que se ha solicitado igualmente, la dación en pago total, aunque “le han dicho que parcial, que el banco se queda con la vivienda” y que para el resto de la deuda de la mujer con Bankia, la propia entidad le da un crédito personal para que siga pagando intereses por esa deuda.

Incredulidad

Dos testimonios resumen lo vivido ayer, y que puede volver a repetirse, en cualquier momento, cualquier día, afectando de nuevo a quienes más sufren la crisis, a la parte más débil; por un lado, el de Tomás, de Stop Desahucios que asegura que “¡Pedimos solo que se comporten como seres humanos!”; y el de José Luis, que ha estado a punto de ver como él y sus padres se quedan sin vivienda, y endeudados de por vida: “esto no se puede explicar, que se queden las casas si quieren, que se las lleven, pero nos dejen sin deuda, porque los hijos estamos parados y dependiendo del sueldo de mi padre”.

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