Si Cristobal Colón viviese seguramente hubiera partido en el día de ayer, tres de agosto, no en busca del nuevo mundo, sino en busca de un encierro en condiciones suficientes como para no convertir el coso de La Merced en una plaza de verbena. Un mano a mano que hubiera sido un verdadero lujo tenerlo, pero el año pasado, y no éste, en el que entre Juli y Manzanares se van a enfrentar hasta cinco ocasiones antes de que termine la temporada taurina. Convirtiéndose y rematando la tarde en un aliciente cero, al ver el poco peso de los astados que Nuñez del Cuvillo ha presentado en Huelva. El público es el verdadero juez de todo esto, dejando a un lado tanto a figuras del toreo como a las ganaderías. Nosotros somos el cliente, el que paga, y el que debería decidir. Los pitos a los tres "toros" bajos de kilos han dejado claro el lado en el que se encuentra la afición.
Con todo esto, Julián López "El Juli", se llevó la oreja del primero, "Peleón", con más oficio que otra cosa. Un toro irregular, difícil de captar, pero noble; que se vino a menos al final de la faena. Julián utilizó compases muy lentos y profundos, con los que poco a poco captó la faena del astado a la perfección. Una estocada entera al segundo intento le permitió tocar pelo. La tablilla del segundo (450 kilos) hizo cabrear a los tendidos, que no se cansaron de protestar hasta que fue devuelto. Mal toro el sobrero, que "El Juli" hizo el remiendo al igual que con cualquier otro. Buscándole el sitio descubrió la nobleza de "Agufria" con la mano izquierda remantando pases con mucho arte, llevándose una ovación desde los tendidos al ceder el toro más pesado del encierro. En el último de su lote, un verdadero toro de pueblo, no tardó en encontrarle el sitio para predicar su pureza como profesional, después de haber salido correteoso e inquieto en el tercio de capote. Estocada casi entera que le dió la oreja necesaria para salir por la puerta grande de La Merced.
Más transmisión con el público obtuvo Manzanares en el último de su lote, en el que hizo la faena de estas Colombinas, ante un toro que se prometía manso y que hasta se pidió devolverlo. La elegancia personalizada, como sólo él lo sabe hacer, con la muñeca, suave, con temple... una maravilla. Dos orejas tras una estocada entera recibiendo con las que sumaba tres, tras llevarse un premio con el cuarto de la tarde, "Gastador". Tauromaquia sentida desde los medios, donde se debe torear, con pases lentos, como el vuelo de una gaviota; y una estocada fructífera para rematarlo. Y eso que no comenzó con buen pié la tarde para el alicantino. El primero de su lote, un castaño pasota, quieto, como si no fuese con él la cosa. Tuvo que abreviar José Mari al romperse el astado bastante pronto.
Ficha del festejo
Plaza de Toros de La Merced. Tercer festejo. Algo más de tres cuartos de entrada. Toros de Núñez del Cuvillo. Irregulares en conjunto. Julián López "El Juli": Oreja, Ovación tras petición, Oreja. José María Manzanares: Ovación, Oreja, Dos Orejas.