El Complejo Hospitalario Universitario de Huelva acaba de reanudar las obras de la segunda fase de renovación y ampliación de todos los quirófanos del hospital Infanta Elena con el fin de modernizar y ampliar toda el área quirúrgica del centro hospitalario, aumentando su capacidad asistencial con nuevas infraestructuras, potenciando la seguridad del paciente, así como incrementando las medidas de control y fomento de la bioseguridad de los espacios sanitarios.
Según ha informado la Junta en una nota de prensa, las obras, que se iniciaron en el mes de agosto, tuvieron que paralizarse cuando se encontraban muy avanzadas por problemas relacionadas con la empresa constructora.
No obstante, finalmente han podido resolverse de forma satisfactoria permitiendo agilizar la finalización de las obras y la consiguiente puesta en marcha de los nuevos quirófanos del Infanta Elena, de manera que pueda hacer frente en un futuro a la ingente actividad quirúrgica derivada de la configuración del centro como hospital de referencia Neuro-traumatológico para la provincia.
Se trata de un gran proyecto global con diversas actuaciones que, cuando esté finalizado totalmente, supondrá la ampliación de la superficie del bloque quirúrgico en más de 500 metros cuadrados habiendo generado una inversión total de más de dos millones de euros.
Las obras han sido diseñadas para poder ejecutarse en varias fases, de forma que se pueda ir compatibilizando el desarrollo de las mismas con la actividad quirúrgica que se lleva a cabo a diario en el Hospital con las mayores garantías de seguridad, eficacia y comodidad para pacientes y profesionales.
Este nuevo proyecto está suponiendo una mejora "muy significativa" del área quirúrgica del Infanta Elena y "un paso más" en el proceso de modernización de las infraestructuras del centro hospitalario que se viene llevando a cabo en los últimos años, y que ha requerido de un gran esfuerzo inversor por parte de la Administración sanitaria traduciéndose "de forma fehaciente" en la construcción de una nueva área de urgencias y la ampliación de la Unidad de Cuidados Intensivos que, junto a los nuevos quirófanos, supondrán una renovación total de sus espacios asistenciales más estratégicos.
Los objetivos a la hora de organizar la ejecución de esta segunda fase de las obras, que está previsto que finalicen en el verano, se han centrado en mantener las condiciones de bioseguridad y tratar de minimizar aquellas molestias que pudieran registrarse durante el transcurso de las mismas.
Tras la finalización de la primera fase de la obra de quirófano, que supuso la construcción de un área anexa a la fachada del edificio principal y contigua al bloque quirúrgico, se dio inicio a esta segunda fase, la más importante, que ha venido a actuar directamente sobre algunos de los quirófanos incorporando también las actuales instalaciones, la superficie de las antiguas dependencias que utilizaba el Servicio de Urgencias, así como parte del espacio destinado a Paritorio, que ha quedado disponible tras el traslado de la Unidad al Área Materno-Infantil del Hospital Juan Ramón Jiménez.
El proyecto incorpora además nuevas áreas de apoyo, como la nueva sala de reanimación o despertar, mucho más amplia y eficiente, las zonas de antequirófanos para la preparación de los pacientes, la habilitación de zonas de espera y trasferencia de pacientes, así como las áreas de información a familiares, los almacenes de material quirúrgico y los espacios administrativos.
De esta forma, además de ampliar significativamente la superficie del Bloque Quirúrgico, que pasa de contar con alrededor de 1.100 metros cuadrados a más de 1.700 una vez finalicen las actuaciones previstas, se mejoran también las medidas de control de la bioseguridad, ya que las nuevas instalaciones contarán con exigentes dispositivos de climatización y filtrado del aire, que incidirán de forma directa en la consecución de las garantías sanitarias para la realización de determinada actividad quirúrgica, sobre todo en el caso de las intervenciones de neurocirugía, cuya especialidad se trasladará al centro hospitalario en cuanto las obras del área quirúrgica se encuentren finalizadas.
Gracias a la incorporación de la ampliación externa ya ultimada, se podrán habilitar, además de los quirófanos, un nuevo Hospital de Día Médico que tendrá una superficie cercana a los 350 metros cuadrados y estará destinado a la realización de pruebas diagnósticas o administración de tratamientos médicos de mayor complejidad que requieren de supervisión hospitalaria. El proyecto de obras contempla la habilitación de cuatro salas de pruebas funcionales, además de áreas de organización sanitaria, zonas de estar y una sala de informes.