La Sala de la Provincia acoge desde este miércoles la exposición 'Girls just want to have art', proyecto ganador de la de Becas de creación plástica Daniel Vázquez Díaz en 2015, con el que su autora, Bea Sánchez (Jaén, 1986), reivindica la igualdad y la conciliación en el arte contemporáneo.
La muestra ha sido inaugurada por la diputada de Cultura, Lourdes Garrido, quien ha recordado que el objetivo de las Becas Daniel Vazquez Díaz --que desde hace más de dos décadas convoca la Diputación-- es estimular la creación artística en Andalucía, ha informado el ente provincial en una nota.
Según ha indicado, estas becas constituyen "un gran aliciente para los jóvenes artistas y atesora un enorme prestigio en todo el ámbito andaluz, al ser considerada una ayuda eficaz a la producción artística y un ejemplo de reconocimiento y fomento de la creación dentro del campo de las artes plásticas, y más aún en estos tiempos de crisis". Desde su creación en 1993, un total de 72 proyectos se han beneficiado de las Becas.
"Cuando creemos en nuestra meta, nada ni nadie puede frenarnos. La maternidad no es el fin de la producción artística y espero con esta producción, aportar mi grano de arena a la construcción del pensamiento contrario", asegura la joven autora respecto al proyecto expositivo, que toma como base el título de la famosa canción de Cyndi Lauper Girls just wan to have fun (1983), consolidada como uno de los himnos feministas.
Bea Sánchez aúna música y pintura a través del texto para servir de estímulo y revulsivo para la mujer creativa "en una contemporaneidad donde la igualdad y la conciliación soslayan el mundo del arte bajo la apariencia de una modernidad asexuada o postsexual, como acuñara el teórico Michel Foucault".
Las obras producidas son una conmixtión entre pintura figurativa y tipografía, con frases proactivas y motivadora extraídas de canciones muy conocidas de los años 70, 80 y 90, remitiendo a una generación muy concreta que hoy es mujer laboralmente activa en el mundo del arte, y, en ocasiones, madre o parte fundamental de una familia compleja. La elección de estas canciones pegadizas se basa en un estudio estadounidense del Departamento de Psicología de la Western Washington University, que correlaciona estas canciones mundialmente conocidas con los sentimientos provocados.
"Las obras han convivido y se han desarrollado tras un embarazo y un parto de riesgo, han compartido estudio con cólicos y llantos, así como con canciones setenteras, risas, plastilina y colores. Esta es la muestra del empoderamiento y la capacidad, cuando el deseo y la vocación son auténticos", ha remarcado.
Al concebir el proyecto, Bea Sánchez pretendía explorar la entidad femenina en el arte contemporáneo, abriendo una ramificación más específica en el ámbito de la maternidad en el arte. Es por ello que el proyecto concluye con una investigación sobre residencias artísticas españolas y la conciliación familiar.
Durante los dos años que ha dedicado al proyecto, Bea Sánchez, --que era madre de una niña y mujer dentro del círculo creativo andaluz-- descubrió que estaba embarazada de nuevo y que, además, serían mellizos. "Con ello me convertía en madre artista de familia numerosa y mis indagaciones sobre residencias de artista que concilian con la vida familiar, así como la expresión estética de toda la bibliografía que fui consumiendo, cobraban mayor sentido y justificación", ha subrayado.
La exposición 'Girls just want to have art' de Bea Sánchez incluye un vídeo sobre la conciliación familiar de las artistas y veintinueve piezas de distintos formatos y técnicas: dibujos, pinturas y fotografías. Según indica la propia artista, la obra generada, así como la investigación desarrollada, son reflejo de la organización familiar, la convivencia artística, la línea proactiva y vocacional de la obra y la inexplicable energía materna.
Este proyecto no pretende participar de la misandria, sino remitirse a la igualdad más horizontal, haciendo partícipes también a los hombres y desdiciendo a aquellas mujeres poderosas en el mundo del arte que, con sus comentarios, han hecho un flaco favor por el equilibrio sexual.
LAS BECAS DANIEL VÁZQUEZ
Las Becas Daniel Vázquez Díaz están dotadas con 10.000 euros que se conceden a la producción. Es decir, se financia la ejecución de dos proyectos creativos --5.000 euros como máximo a cada uno de ellos-- en cualquiera de las disciplinas de las Artes Plásticas, siempre que previamente hayan sido seleccionados por el jurado.
Los artistas disponen del plazo de un año para llevar a cabo sus obras, que serán expuestas en la Sala de la Provincia de la Diputación de Huelva, y los becados se comprometen, a su vez, a donar una obra original a la Diputación, que pasará a formar parte de los fondos artísticos de este organismo.
El prestigio y las posibilidades que ofrece la Beca vienen avalados por la calidad de los miembros que durante tantos años han formado parte del jurado. Entre ellos, nombres tan conocidos en el mundo de las artes como Iván de la Torre, Fernando Martín, Sema D'Acosta, José Lebreros, Chema Madoz, Juan Lacomba, Margot Molina, Rafael Ortiz o Juan Antonio Álvarez Reyes, entre muchos otros de renombrado prestigio.
Asimismo, gran parte de los artistas que han sido becados se han consolidado en el panorama artístico internacional: Juan Del Junco, Jesús Zurita, Jorge Hernández, Pedro G. Romero, Pilar Albarracín, Rogelio López Cuenca, Dionisio González o Mar García Ranedo.