A pesar de que la llegada de inmigrantes temporeros con motivo de la recolección de aceituna en la provincia está siendo menor que la de otros años, según apunta Cáritas Diocesana, ya hay personas que cada noche duermen en la calle.


Según explica su director, Rafael López-Sidro, el pasado jueves comenzaron la labores humanitarias que cada año realizan los voluntarios llevando ropa de abrigo y comida caliente a los temporeros. “Hemos detectado dos campamentos, uno en el puente del recinto ferial Alfonso Sánchez Herrera, y otro justo detrás del albergue de inmigrantes”, indica López-Sidro. No obstante, a pesar de que se les invitó a acudir al centro de transeúntes, que tiene plazas libres hasta que abra el próximo lunes 26 de noviembre el albergue, los inmigrantes rehusaron el ofrecimiento. “Están muy bien acampados y abrigados y realmente no les falta de nada, pero no dejan de estar a la intemperie”, añade el director de Cáritas.