Quince días después de que la asociación cultural de Patrimonio y Movilización Social (PATMOS) denunciara en VIVA JAÉN el estado del cementerio de San Eufrasio, un derrumbe en tres torres de nichos obligó ayer al Ayuntamiento de Jaén a cerrar el camposanto.


En plena campaña de recogida de firmas por parte de la asociación para pedir que se rehabilite, conserve y ponga en valor el cementerio viejo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía en agosto del año pasado, la madrugada del jueves tres pisos de nichos se derrumbaron dejando al descubierto féretros y restos de difuntos. Según explicó el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Francisco Javier Márquez, como alcalde en funciones, decretó el cierre provisional del cementerio viejo como medida de prevención. Fuentes del Área de Cementerios informaron a este periódico que los cuerpos de los difuntos serían trasladados a otros nichos para proceder al arreglo del pabellón afectado y que una vez que se hubieran subsanado todos los desperfectos volvería a abrirse.


No obstante, en el camposanto de San Eufrasio no se permiten los enterramientos desde el año 2002. La normativa vigente exigía que debían pasar diez años antes de poder darle otro uso a esos terrenos, pero la declaración como Bien de Interés Cultural obliga al Ayuntamiento a mantenerlo y conservarlo, que es precisamente lo que reclama la asociación PATMOS.