El comedor de la parroquia de Belén y San Roque, coordinado por su sacerdote, Juan Herrera, ha batido el récord de atenciones a personas que están pasando por una delicada situación socio-económica, llegando a las 203 cenas durante el presente mes de noviembre. Según Herrera, este mes se ha producido un incremento de las atenciones, pasando de una media de 130 cenas a un máximo de 203. Hace dos años se alcanzaron las 190 cenas.

El comedor abre sus puertas de lunes a sábado y aunque las comidas comienzan a servirse a las 19 horas, desde las 16:30 horas están llegando familias, sobretodo, aquellas que quieren evitar llevar a sus hijos al comedor. Se llevan la cena a casa. Según Herrera, en esta situación se encuentran 40 familias jienenses, principalmente mujeres separadas con hijos. Sólo cierra el domingo, aunque un grupo de Maristas entrega bocadillos a quienes llegan.

El incremento de atenciones se debe a la llegada de inmigrantes y a que cada vez son más los jienenses en situación de vulnerabilidad económica. Hasta finales de año, temen un aumento de la demanda. 

La esencia del comedor son sus más de cincuenta voluntarios, de todas las edades.