Podía haber sido la carta de la reconciliación política, pero a tenor de la frialdad mostrada por los protagonistas todo hace indicar que fue un sueño efímero. El alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, coincidió ayer al fin, después de 17 meses, con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y aprovechó para entregarle una carta en la que le reitera su petición de un encuentro formal para analizar los proyectos pendientes de la Junta con la ciudad. El encuentro, a las puertas de la nueva sede de Aprompsi, fue breve y sin que ninguno de ellos pudiera ocultar la tensión política que preside las relaciones de ambas instituciones.
“Dame lo que me tengas que dar”, fue la respuesta, tan lacónica como evasiva, que Susana Díaz le dio al alcalde, con quien poco después recorrió las flamantes instalaciones de Aprompsi. No hubo más contacto institucional entre ambos, más allá de que la presidenta andaluza felicitó al alcalde por su discurso en la sede de Aprompsi. Es decir, no hubo ningún compromiso de reunión a corto plazo, aunque el alcalde, en unas declaraciones posteriores a los medios de comunicación, advirtió a la presidenta del Ejecutivo andaluz de su “deslealtad institucional” si no lo recibía.
No obstante, la coincidencia del alcalde y la presidenta andaluza a punto estuvo de no producirse. La agenda oficial del alcalde que remite el Ayuntamiento no confirmó su presencia en el acto de Aprompsi hasta la media mañana de ayer lunes, apenas unas horas antes. Hasta el pasado viernes, su intención era la de no acudir al acto, algo que quedó visible con la visita que Fernández de Moya y el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, realizaron por su cuenta a la sede de Aprompsi el mismo viernes. Finalmente, fuentes municipales indicaron que el alcalde (también cambió su agenda el subdelegado del Gobierno) decidió rectificar y asistir al acto tras valorar la aportación del Ayuntamiento con Aprompsi (le cedió el suelo del edificio por 75 años). Pero, sobre todo, cambió de opinión para no afear el acto al colectivo de discapacitados intelectuales y, en especial, a la persona de su presidente de honor, Vicente Oya. que ha sido una figura clave para propiciar el encuentro del alcalde y la presidenta de la Junta. Algo, por cierto, que no ocurrió el año pasado, cuando el alcalde se ausentó del acto en el que se conmemoró el 50º aniversario de Aprompsi. Fernández de Moya también afeó hace meses la inauguración de la sede de la asociación de Síndrome de Down.