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Jaén

“Buscamos la excelencia desde Jaén”

José Martínez, presidente de la cooperativa San Juan de Jaén, y Alberto Molinero, uno de los impulsores de la marca Supremo, valoran la acogida que ha tenido

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  • Durante el Desayuno de VIVA -

Las lluvias de los últimos días han interrumpido momentáneamente la campaña olivarera de este año, una campaña que en la cooperativa San Juan de Jaén se afronta con las mejores perspectivas. El pasado 17 de octubre se puso en marcha, por cuarto año consecutivo, la cosecha temprana de sus aceites gourmet Supremo, sin duda la joya de la corona de esta cooperativa con casi 70 años de vida. Y el pasado 2 de noviembre se generalizó la recolección de una campaña donde se espera una producción de más de 12 millones de kilos de aceitunas y 2,7 millones de aceite de oliva.
Al Desayuno de VIVA JAÉN acuden José Martínez Jiménez, presidente desde hace siete años de la cooperativa San Juan, y Alberto Molinero Reyes, dinamizador de la marca Supremo. “El agua de los últimos días apenas va a cambiar los datos de producción para este año, pero sí que ayuda a preparar el árbol para la próxima campaña”, indica José Martínez, un olivarero de larga tradición que mantiene viva la saga de varias generaciones en su familia.
Jiménez se enorgullece de la calidad de unos aceites –que la cooperativa comercializa bajo la marca ‘Fuente Peña’- que viene avalada por una certificación en Producción Integrada tanto en campo como en almazara, y por las certificaciones de calidad y seguridad alimentaria ISO 9001 e ISO 22000 de todo el proceso de fabricación, envasado y comercialización. Una apuesta por la calidad que ha llevado a esta cooperativa entre los 25 mejores productores del mundo, acreditado por el prestigioso concurso The World’s Best Olive Oils. 


Con unas modernas instalaciones de 4.800 metros cuadrados y una capacidad de molturación para 25 millones de kilos de aceituna, la cooperativa San Juan amplió la pasada campaña su catálogo de prestaciones abriendo sus puertas a terceros no socios para la compra de su aceituna.
Recuerda José Martínez que los estatutos de la fundación de la cooperativa (actualmente con 416 socios) se remontan al año 13 de junio de 1947, pero en aquélla época la aceituna se llevaba a un viejo molino en la calle Virgen de la Cabeza. En 1955, se construyó la primera almazara en la avenida de Barcelona, pero no fue hasta finales de los 60  cuando llegó a su actual emplazamiento en el Polígono de Los Olivares tras una permuta realizada con la extinta Uteco. Pero, como evoca Jiménez, nada tienen que ver las cuatro tolvas que molturaban la aceituna separada según procediera de campiña, sierra o regadío, con las modernas instalaciones actuales que salieron de la construcción de una almazara nueva en el año 2002.
Y en esa búsqueda de la excelencia nació en 2013 la alianza entre la cooperativa San Juan y Aceite Supremo, sin duda un antes y un después en la trayectoria de esta almazara de referencia en la capital jienense. Supremo nació de la mano de Andrés García y Alberto Molinero, dos jóvenes emprendedores que han irrumpido con fuerza en el segmento de los aceites de máxima calidad.  “Nuestra apuesta es por alcanzar la excelencia de nuestros aceites”, indica Molinero, que al hablar destila la pasión de quien cree firmemente en lo que está haciendo. Un proyecto innovador que en solo tres campañas ha logrado sus frutos, con la obtención de más de 50 premios nacionales e internacionales y que ha sido capaz de molturar variedades como la Arbosana o la autóctona Cornezuelo de Jaén.
La variedad con la que empezaron a ofrecer aceites gourmet fue la Picual, porque la intención de estos empresarios era posicionarse principalmente en el mercado local. “Nos sentimos de Jaén y queremos que los ciudadanos se sientan partícipes de nuestro proyecto”, comenta Alberto Molinero, mientras presume, con orgullo, del Supremo Picual obtenido en esta campaña, un frutado con un aroma intenso a hoja de olivo, tomatera, alcachofa y cierto toque de manzana verde como aroma secundario. Pero en su afán por seguir conquistando mercados, sobre todo con el ánimo de adaptarse a las exigencias de los paladares estadounidenses. Y así fue cuando vio la luz la variedad Arbosana, un aceite más suave y estable en el tiempo donde  los aromas frutales como la manzana verde, el plátano verde o la hierba e incluso hierbas aromáticas destacan nada más probarlo.
En la tercera campaña fue cuando se lanzó la variedad autóctona Cornezuelo de Jaén, cuya recolección se hizo por la noche. “Existía la creencia de que era una aceituna con poco rendimiento, y hemos sacado hasta un 24%”, comenta Alberto Molinero, que define a este aceite como muy ligero en amargo con un picor de guindilla. Así hasta llegar a la novedad de esta campaña, con la irrupción de Supremo Hojiblanca, un frutado intenso y alto de aceituna verde donde destaca el pico de guindilla propio de las hojiblancas verdes.
Aunque el Aceite Supremo, en sus cuatro variedades, supone menos del 10% del total de la producción de la cooperativa San Juan, es indudable que esta marca ha aportado a la almazara jienense la nota de innovación en un mundo en el que Jaén ya empieza a ser punta de lanza. También aporta valor añadido a la cuenta de resultados de los olivareros, puesto que las botellitas de medio litro de Supremo se venden a preciso que van desde los 11 euros el Picual a los 17 euros el de Cornezuelo. A ello contribuye, sin duda, la apuesta por la creatividad en estos envases, bajo el diseño de  Juan Montoro “El Creata”, que ha vestido cada año las botellitas con ilustraciones de reconocidos pintores jienenses, desde Francisco Molinero Ayala a  Manuel e Isabel Kayser, Francisco y Paco Carrillo, hasta llegar este año  a la obra plástica de Miguel Ángel Belinchón, Belin.
El Aceite Supremo, que también se divulga a través de catas o innovando a través de esferificaciones con el caviar y fusiones con helados, tiene en el mercado nacional su principal nicho de mercado, pero también está presente ya en los países asiáticos y en Europa. “Aún tenemos mucho camino por recorrer”, señala Alberto Molinero, que admite cierta “obsesión” por entrar en el mercado norteamericano. El próximo reto de Supremo va a ser entrar en la elaboración de cosméticos con aceite de oliva.

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