La imagen de Nuestro Padre Jesús ha recibido este jueves a los fieles en un culto en el que los jiennenses demostraron su devoción, pero sin besapié. Y se notó en afluencia. Según el cofrade José María Mariscal, consejero de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, durante la jornada matinal del primer día de culto la afluencia descendió “alrededor de un setenta por ciento respecto a la primera mañana de otros años”.
No ha habido cola. La afluencia ha sido pausada, lenta, sin aglomeraciones en el interior del Santuario-Camarín, donde Nuestro Padre Jesús aguardaba el rezo de los jiennenses, en un Altar embellecido con enseres y exorno floral. La junta de Gobierno, de la que es Hermano Mayor Ricardo Cobo, comunicó días previos al inicio del besapié las medidas extraordinarias adoptadas con motivo de la pandemia del coronavirus.
Hasta el 15 de marzo, en horario de 9 a 13 horas y de 17 a 20 horas, no se puede besar el pie, ni tocar las vestiduras. Tampoco formar colas, para guardar la distancia de seguridad recomendada y evitar los posibles contagios.
La organización del culto ha sido diferente. Se han retirado los bancos de oración ante la Imagen. Se ha acotado la zona de paso. Los fieles, antes de estar ante El Abuelo, tienen la oportunidad de llevarse una estampa del Señor de Jaén bendecida y con la leyenda ‘Jesús, camino, verdad y vida. Besapié 2020’.
Permiten santiguarse o hacer una inclinación con la cabeza. La Imagen lució ayer en su brazo izquierdo la conocida como ‘Llave del hospital’.
En el siglo XVII, un brote de peste asoló la ciudad. Las autoridades decidieron realizar una procesión con el Nazareno, hasta el hospital en el que se trataba a los enfermos. Desde ese momento la enfermedad cesó. En días, el hospital se cerró porque no había enfermos. Nuestro Padre Jesús obtuvo la dignidad de Hijo Predilecto de la ciudad. Este año, la junta de Gobierno hace un guiño así a la recuperación del coronavirus.