José Pérez Herrera, entrenador del Xerez DFC, hablaba tras
la derrota de su equipo en casa del Tamaraceite de este domingo. Un técnico que salía fastidiado porque “el equipo ha salido con la intención de brindarle una victoria a la afición, de seguir y enlazar un partido más después de la victoria en casa frente al Don Benito”.
Con respecto al partido comentaba que “en la primera parte hemos salido con ese ímpetu y con esa energía que nos ha hecho generar ocasiones suficientes para abrir la lata e incluso en la segunda hemos tenido ocasiones manifiestas de gol como la de Darío Guti que se la ha ido arriba cuando lo más fácil era que fuera para dentro. Creo que entre que veíamos que remábamos y no teníamos premio y que el rival apretaba porque para ellos era una final para meterse en la lucha por la permanencia, quizás esos últimos 20-25 minutos nos ha costado tener más el control del partido. Con los cambios hemos intentado recuperar el centro del campo y no ha salido bien. Eso nos ha hecho que el partido se volviera ida y vuelta y en un balón parado y en un fallo en las marcas nos han conseguido hacer el 1-0. Es un golpe bajo para el equipo. Un golpe fuerte después de trabajar casi 90 minutos para conseguir esa victoria. Solo queda trabajar y levantarnos rápido porque pronto tenemos otro envite y tenemos que seguir adelante. Estamos todavía en noviembre, queda mucha liga y hay que seguir confiando en el trabajo”.
“Siempre intentamos rozar esa perfección y tener el control del juego, pero eso es difícil porque los rivales también juegan”, destacaba el jerezano. “Es verdad que la frustración es porque el equipo no recoge los frutos después de los buenos minutos que ha tenido. Ha tenido ocasiones claras de gol y se va sin el premio. Sabíamos que, si abríamos pronto la lata, para ellos iba a ser un palo anímico. No ha entrado. Esa es la sensación, que hemos tenido oportunidades y en el último arreón se llevan el premio y nos dejan sin nada”.
La clave del partido estuvo, quizás, en la ocasión fallada por Darío Guti, que pudo afectar al equipo: “Todo puede ser acumulado por las diferentes experiencias que hemos vivido en partidos anteriores. Que en jugadas aparatosas cuando el partido está controlado y está de nuestra cara cambia el devenir de la situación por completo. Quizás en esa acción, cuando el equipo lo estaba mereciendo no tuvimos la fortuna de que entrara entre los tres palos. Darío es el primero que está fastidiado, porque el que quiere hacer gol es él. Estamos en esa dinámica de que jugadas que prácticamente son goles se vuelven aparatosas como nos ha pasado también en defensa. En cuanto al factor anímico puede que nos haya golpeado en ese momento durante unos minutos, pero tenemos que aprender de ello y ser capaces de levantarnos. No hemos levantado otras veces de dinámicas negativas, de partidos adversos como el día del Cádiz B y conseguimos seguir remando. Estas son experiencias para un equipo que está demostrando que cuando lo hace bien consigue resultados”.