El delegado de Cultura, Francisco Camas, asistió ayer en Los Museos de La Atalaya al acto de conmemoración del 20 aniversario de los Juegos Ecuestres Mundiales que se celebraron en Jerez en 2002. Un acto que sirvió también para reconocer la figura de los deportistas jerezanos que participaron en este evento deportivo de carácter mundial y para nombrarlos embajadores de ‘Jerez, Ciudad del Caballo’.
A este acto, que se enmarca en la programación Otoño Ecuestre 2002, asistieron numerosas personas relacionadas con la industria del caballo, y con la celebración de Jerez 2002, entre ellos, los deportistas homenajeados, Ignacio Rambla, Rafael Soto y Manuel Márquez.
En su discurso, el delegado de Cultura agradeció el esfuerzo realizado a todas las personas que contribuyeron a que los Juegos Ecuestres Mundiales de 2002 pudieran celebrarse. Francisco Camas se refirió a la confianza de los impulsores de la iniciativa, el entonces alcalde de Jerez, Pedro Pacheco Herrera, y la Infanta Doña Pilar de Borbón, en aquella época, presidenta de la Federación Ecuestre Internacional, en la capacidad de Jerez para sacar adelante un evento de carácter mundial. También dio las gracias todos los trabajadores de este capítulo de la historia contemporánea de Jerez y a la red de personas que dan vida al mundo ecuestre.
Francisco Camas aprovechó el momento para pedir a las empresas y entidades relacionadas con el caballo de Jerez “un esfuerzo de unidad y cooperación”. Les animó a “impulsar una asociación que luche por nuestro patrimonio junto a las entidades públicas de la ciudad: Real Escuela, Expasa, Yeguada Militar y Ayuntamiento”. En este sentido, explicó que “los ayuntamientos son un motor, como se demostró con la iniciativa de los Juegos Ecuestres Mundiales, pero sin el apoyo de los directamente implicados y de la sociedad en su conjunto la empresa se hace muy difícil de llevar a buen puerto”.