Todos los sindicatos deberán coincidir en el rechazo del plan de futuro para el grupo de la empresa
Tras la presentación la pasada semana del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por parte de Torraspapel, la negociación entre patronal y trabajadores afronta su etapa más dura.
Cabe recordar que este ERE supondría el cierre de la factoría algecireña así como la pérdida de unos 150 puestos de trabajo.
Todo ello, claro está, si la Administración central, a través del al Ministerio de Trabajo, accede a los requisitos de la papelera y considera necesaria la reducción de plantilla.
El portavoz del comité de empresa de la factoría, Francisco Díaz, apuntaba ayer que “ahora mismo estamos en plena batalla. No es cuestión de pensar sino de trabajar para rebatir el ERE. Así, prácticamente tenemos terminado el contrainforme que presentar además del verdadero plan de futuro para nuestra fábrica”.
En este sentido, Díaz destacó que, “como se comprenderá, un plan que contemple el cierre de la fábrica no es un plan de futuro. Quizás sí para el grupo, pero no para esta factoría”.
La intención de los trabajadores es la de presentar este nuevo plan a la empresa mañana mismo, en un nuevo encuentro que ambas partes han acordado mantener en Madrid.
Esperanza Desde el comité de empresa de Torraspapel se mantiene que “la esperanza es de color verde y nunca se pierde. Pero la verdad es que cuando un empresario toma una decisión es muy difícil revocarla. Se deben poner sobre la mesa unos argumentos lo suficientemente atractivos y generosos como para que se dé marcha atrás”.
Con todo, de no llegarse a acuerdo alguno con la compañía, “la decisión quedaría en manos del director general de Trabajo, José Luis Villar”.
En cuanto al apoyo de la Administración, Díaz sostiene que este soporte “tiene que ver con lo que haya encima de la mesa. Si los argumentos de la compañía son superiores a los nuestros está claro que la Administración central tendrá una decisión complicada. Lo que está claro es que si las fuerzas sindicales coinciden en que éste no es un proyecto de futuro y un plan industrial para todo el grupo, no se aprobará el expediente como tal”.
Así pues, la coincidencia en el posicionamiento contrario al ERE de todas las fuerzas sindicales se antoja decisivo, amén de una argumentación contundente mediante informes alternativos a los presentados por la compañía.
Para Díaz, “si se da este acuerdo tenemos la confianza en que la Administración no apruebe el Expediente de Regulación”.
En su programa de regulación, Torraspapel incluye un plan de prejubilaciones a partir de los 55 años, “que habría que negociar”, así como la recolocación de otro grupo de empleados “en la medida de lo posible”.