R.B. Linense 2
UD Melilla 3
Ypasan ya diez jornadas sin que la Real Balompédica Linense sepa lo que es ganar. Ayer lo intentó sobre todo en la primera mitad, en la que tuvo que remontar hasta en dos ocasiones el resultado adverso, y pudo llegar al descanso con el empate en el marcador, y es que ambos equipos tuvieron sus ocasiones para poderse ido ganando. Ya en la segunda, los blanquinegros salieron muy bien posicionados, e intentando batir a Dorronsoro, pero el Melilla sabía lo que tenía que hacer y con mucho orden y una buena defensa desbarató todas las ocasiones locales. De hecho, el equipo dirigido por Pastelero se aprovechó de los huecos dejados atrás por los locales, para a la contra hacer el definitivo 2-3 que fue un jarro de agua fría para los de Burgueña, que en ese momento bajaron los brazos y con más corazón que cabeza intentó hacer la igualada. Con esta derrota, unida a la victoria del Linares sobre el Real Jaén provoca que la Balona sea nuevo colista del Grupo IV de la Segunda División B.
Los blanquiengros volvieron a estar dubitativos atrás, y cometiendo los mismo errores, y concesiones, que cuestan más de un disgusto a lo largo del partido. Y el Municipal Linense dictó sentencia, ya que tras el pitido final pidió la dimisión de José Luis Burgueña, y abroncó a su equipo, y es que es la segunda derrota consecutiva que los blanquinegros suman en casa. La próxima jornada el encuentro ante el Linares, más que clave será el de la urgencia, y un nuevo match-ball para los de Burgueña, claro está si quieren dejar de ser colistas.
El encuentro comentó con buen criterio por parte de los locales, que buscaban las bandas y el elaborar jugadas para buscar la portería de Dorronsoro. El primero que la encontró fue Borja que robó el esférico en el centro del campo, y el madrileño encaró la meta rival, pero la defensa melillense se cruzó en la trayectoria del balón, y envió el esférico a corner.
Pero tan sólo dos minutos después, iba a cambiar el signo del partido porque en el primer disparo a puerta de los de Pastelero de iban a adelantar en el marcador. Una falta de Zurdo sobre la frontal justo en la línea del área la botó Migui, que se excepcional lanzamiento dejó parada tanto a la barrera como a Thorices colando el bajón por toda la escuadra.
Pero la Balona lejos de venirse abajo se rearmó, y en el 13’, Manrique tuvo el empate en sus botas. un balón largo de Joseph sobre el granadino, que ve adelantado a Dorronsoro y optó por la vaselina, en vez de encarar al cancerbero visitante. Pero del empate, en el mismo minuto se pudo pasar al 0-2 del Melilla si no llega a ser porque Juli Ferrer tocó lo justó para enviar a corner el disparo de Andrés Ramos.
Pero como era un partido de idas y venidas, la Balona pudo la igualada en el marcador, e iba a llegar como el del Melilla, en un golpe franco. En el una jugada de estrategia en el bote de una falta desde la frontal dió sus frutos cuando Marín se la dejó a Diego que de tiro raso y seco, batió por bajo a Dorronsoro cuando el balón se coló por debajo de la barrera.
Tras el empate, los blanquinegros se animaron e intentaron llevar el peso del partido. En el 18’, saque de falta lejano de Zurdo que se marchó a las manos de Dorronsoro, y uno más tarde, Miguélez gozó de una buena ocasión, pero optó por el disparo, en vez de pasársela a Borja que llegaba sólo.
Pero era un partido loco y en el 25’, el Melilla se volvió a adelantar en el marcador, tan sólo diez minutos después de que los locales empataran. Andrés Ramos llega hasta línea de fondo como Pedro por su casa, y ante la oposición de Thorices envió el balón al segundo palo con la ayuda de un jugador de la Balona que toca lo justo el balón para enviarlo dentro de la portería. Y es que un minuto antes, Thorices ya había salvado uno contra uno ante Marcos.
Pero la Balona se vuelve a reamar, y vuelve conseguir la remontada cuando en el 28’, Miguélez transformó una pena máxima cometido sobre Manrique de Alex Fernández que tocó lo justó al granadino para desequilibrarlo.
Nueva derrota
En la segunda mitad, los blanquinegros salieron descaradamente a por el partido, mientras que Pastelero optó por el que su equipo no encajara ningún gol más y esperar los huecos dejados atrás por la Balona y le salió bien la jugada. Nada más arrancar la segunda mitad, el Melilla tuvo una buena contra al pillar a la zaga local dormida conducida por Andrés Ramos que taponó bien Thorices.
En el 52’, Burgueña se vió obligado a cambiar a Miguélez que se lesionó y ahí acabaron las ideas del equipo en ataque y sus opciones llegaban en lanzamientos lejanos, como en el 53’, con una volea de Marín al recibir un rechace que se marchó rozando el travesaño. En el 55’, respondió el Melilla con un lanzamiento de Migui desde la frontal que se fue rozando el palo derecho de la meta defendida por Thorices.
Pero en el 65’ acabaron todas las opciones de la Balona de hacerse con la victoria. Cuando mejor estaban los locales, el Melilla se fue a la contra, la defensa se mostró dubitativa, el rechace se lo volvió a llevar los visitantes, y Conget bate en el palo corto a Thorices haciendo el definitivo 2-3.
A partir de ahí, la Balona con más corazón que cabeza buscó un empate que nunca llegó y el equipo se hunde en el pozo de la clasificación.