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Explorando el pasado: Un viaje a la historia en la cripta de los López de Carrizosa

La Vera Cruz inicia la segunda fase de la intervención arqueológica previa a la restauración de la zona de enterramientos de San Juan de los Caballeros

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  • El arqueólogo Gonzalo Castro vuelve a adentrarse en la cripta. -

La Hermandad de la Vera Cruz ha iniciado la segunda fase de la intervención arqueológica preventiva de apoyo a la restauración de la cripta de enterramiento de la iglesia de San Juan de los Caballeros, situada bajo la sacristía, antigua capilla de los López de Carrizosa.

Este trabajo está dirigido por el arqueólogo jerezano Gonzalo Castro Moreno, da continuidad a las labores que ya se desarrollaron este pasado verano y tienen el respaldo de la Fundación del Hospital de la Santa Resurrección de Utrera, ligada al templo a través de quien fuera su benefactora, Catalina de Perea, cuyo legado sigue presente en esta entidad.

Esta fase se culminará en un periodo aproximado de una semana, estando previsto que a lo largo de estos próximos días se puedan ofrecer nuevos detalles sobre el devenir de la investigación.


En la primera fase del proyecto se extrajeron, limpiaron y clasificaron restos óseos procedentes de la cripta en el marco de un curso organizado por el Sanisera Arquaelogical Institute, que realiza labores docentes con diversas universidades, principalmente de Estados Unidos.

Gracias a ese trabajo será posible determinar la edad, sexo y posibles enfermedades y patologías de los restos encontrados.

Está documentada –porque así lo atestigua una lápida- que en esta cripta fue enterrado en 1610 fray Diego López de Carrizosa y Perea, hijo de Catalina de Perea, que en 1514 promovió la construcción del Hospital de la Santa Resurrección de Utrera para cumplir el deseo expreso de su difunto marido de prestar auxilio a los más necesitados.

Precisamente ese vínculo permite que los trabajos cuenten con el respaldo de la Fundación del Hospital de la Santa Resurrección de Utrera.

Como se recordará, la iglesia de San Juan de los Caballeros sufrió el impacto de un rayo en 1981, originándose daños que obligaron a su cierre temporal. Durante el periodo que permaneció sin culto quedó abandonada, lo que facilitó el acceso de todo tipo de personas.

En concreto, esta zona del templo llegó a servir de chutadero, arrojándose al interior de la cripta escombros y basuras.

Estos trabajos permiten limpiar a fondo el subsuelo de la antigua capilla de los López de Carrizosa. El objetivo final pasaría por poder mostrar al visitante el interior de la cripta, que según expresó en su momento el hermano mayor de la cofradía, Manuel Báez, es “una maravilla”.

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